Los Capítulos Perdidos

 

Frederic Estrada Samsagaz

 

 

Naturalia. Estudio de las costumbres de la Tierra Media.

El presente artículo no pretende ser exhaustivo, puesto que la gran diversidad de la Tierra Media es inabarcable en una publicación de este género. Más bien tiene la modesta pretensión de sacar a la luz algunos aspectos de la vida y costumbres de los numerosos pueblos que habitan en la Tierra Media, y que por razones para todos comprensibles ni J.R.R. Tolkien ni su hijo han tenido tiempo de desarrollar. Quiero creer que la Tierra Media es un cuerpo vivo, al que todos podemos aportar, de una manera más o menos canónica nuestras aportaciones. Desde luego, los presentes artículos caen en la segunda acepción, y no se me caerán los anillos (???) si la redacción de Estel se niega a publicarlos.

 

1ª Parte. El matrimonio de los orcos o la gran reproducción.Es una costumbre practicada preferentemente por los orcos que viven en las zonas bajas y en las que el frío es menos intenso. Puede ser un buen ejemplo la zona de los alrededores del mar de Nürn, peligrosa muy poco conocida.

Para esta ocasión, las pocas hembras orco que han llegado a ser identificadas como tales, son adornadas con unas ropas poco usuales y sumamente ridículas de color blanco, envueltas en lazitos, conjunto resaltado por las moscas que revolotean alrededor. Para esta magna ocasión, que se celebra aproximadamente en el mes de febrero, los machos orcos, y las hembras no identificadas pero que quieren mantener el secreto (¿hacen las enanas lo mismo?), se cambian de armaduras y harapos y se ponen otros igualmente asquerosos. A ojos de cualquiera no se observa diferencia alguna, pero para ellos el efecto es manifiestamente notable. Hacia medianoche, bien bebidos y comidos y con los fuegos avivados, se reúnen en medio del campamento machos y hembras. Los machos se alinean en filas desiguales delante de las hembras, empiezan a ofrecer una especie de botijos (robados, por supuesto) a las hembras, que acto seguido pasan a estrellarlo en el cráneo del macho que acaba de regalárselo. Si este resiste el impacto, tiene derecho a pasar dos jornadas completas con la malhadada hembra. En caso contrario, se retira el cuerpo inerte y un nuevo macho reanuda el ritual. En los extraños casos en que ningún macho resiste el impacto y se hace de día, la hembra queda liberada de su obligación procreadora y pasa a formar parte de la sección de cheer-leaders, que cada semana amenizan los partidos locales de jodelf, contracción de "jode al elfo", deporte muy tradicional entre los orcos, y del que hablaremos en otra ocasión.

 

2ª parte. L'orc com balla

Esta costumbre de la que vamos a hablar, es muy antigua y esta muy arraigada en la población de Dol Guldur, que la viene celebrando desde que el malvado Nigromante se instaló hacia el 1.050 de nuestra edad. De lo poco que conocemos de Dol Guldur, que es gracias a los conocimientos de los naugrim, últimos habitantes del lugar antes de la llegada del mal, es su estructura volcánica, con la intrincada y traidora escalera que asciende desde los abismos hasta el borde del cráter. También sabemos de la existencia del pozo que desciende hasta el abismo.

Por lo que parece ser, cada año, y coincidiendo con el equinoccio primaveral, las malas artes de Sauron provocan un estallido de lava en forma de géiser desde el fondo de los abismos. Lo que ignoramos es si lo hace para celebrar de algún modo obsceno la llegada de la primavera o es una manera de no tener añoranza de su querido Orodruin. Este fenómeno ha sido aprovechado de forma harto curiosa por los habitantes del lugar. Poco antes del inicio del evento en cuestión, se elige a los diez orcos mas destacados por su incompetencia, inutilidad e imbecilidad (y no queremos saber como diablos se puede decidir tal circunstancia), que pasan a formar parte de un curioso y abominable espectáculo. Cada mañana sobre las nueve se congregan centenares de curiosos alrededor de la escalera, para ver como desde lo alto del cráter, es arrojado el primer voluntario de los diez, de manera que su cuerpo queda suspendido en la corona del géiser. Los gritos del implicado, que producen gran regocijo y aplausos de aprobación, no duran demasiado -no nos engañemos, es lava- pero la parte interesante del asunto es que por algún fenómeno inexplicado, el cadáver se mantiene durante todo el día, suspendido y dando vueltas mientras se reduce a nada en la cresta del géiser. Esta rutina se repite a lo largo de los diez días que permanece el géiser de ahí el número de elegidos. No sabemos si el número diez tiene alguna connotación mágica o es debido a que el personal anda escaso y no se puede abusar.

Esperemos que ante una eventual recuperación de Dol Guldur se recoja información sobre el tema, aunque deseamos fervientemente, en caso de que se quiera mantener la tradición, esta sea ligeramente modificada. Por ejemplo, en lugar de lava podría ser agua y en lugar del orco un huevo.

 

3ª parte. La fiesta del Primer Salto, o porque los enanos se reproducen tan poco

Llegado ha a nuestros ojos y manos un viejo pergamino que nos explica una curiosa y extraña costumbre que desde las primeras edades se celebra entre las diversas tribus de los enanos. Parece ser que sus orígenes se remontan a la Segunda Edad de las Estrellas, coincidiendo con la fundación de Nogrod y Belegost, en la parte actualmente sumergida de las Ered Luin. Sabido es por todos el gran conocimiento de las artes de la metalurgia que poseían los enanos, para la cual es asimismo preciso un gran dominio sobre uno de los cuatro elementos, el fuego. La tradición a la que nos referimos se desarrolló para conmemorar la forja de la primera cota de malla hecha con plata mithril, fabricada por primera vez en Belegost, de cuyo nombre pocos se acuerdan. No así los enanos, cuya memoria es larga como largas son sus barbas (las de enanos y enanas, por supuesto). Pero no nos desviemos del asunto. Según cuentan las crónicas, la alegría sentida por los artesanos encabezados por Telchar, se manifestó en una alborozada y alocada danza alrededor de la fragua Gabilgathola, en la que habíase forjado la cota. Llegado al extremo del paroxismo del festejo, uno de los enanos más jóvenes (unos 120 años), dio un prodigioso salto por encima de uno de los fuegos, circunstancia que fue muy aplaudida por los demás participantes, que procedieron acto seguido a emular a su joven compañero. De modo casual, la forja de esta primera malla se produjo al atardecer del 23 de junio, fecha en la que la mayoría de los pueblos de Arda celebran la entrada del estío (no así los hijos de Morgoth). Así pues, desde entonces los enanos celebran a la vez la entrada del solsticio caluroso y la forja de la primera malla de mithril. La fiesta no se ha modificado demasiado a lo largo de las eras. En ella y emulando el primer salto, los diferentes pueblos enanos encienden hogueras y saltan por encima de los fuegos, al son de alegres y dicharacheras tonadas. Hasta aquí todo parece correcto, pero lo que se cuenta en las grandes crónicas no es del todo veraz, siendo lógico hasta cierto punto. El fuerte estado emocional en que se produjo el Primer Salto impidió observar un detalle curioso, y. es que la mayoría de los enanos saltarines, una vez terminado el mismo, se llevaban la mano a la entrepierna en un extraño gesto, que por circunstancias poco claras fue incorporado como parte del ritual. No fue hasta mucho tiempo después, y viendo el escaso crecimiento del pueblo de Durin a lo largo y ancho de la Tierra Media, que se procedió a investigar las causas de tan desconcertante fenómeno. Al respecto se han desarrollado dos explicaciones, una oficial y conocida por todos, y otra que tan sólo conocen los mas altos responsables del pueblo enano. La primera es la famosa teoría de la escasa proporción de mujeres enanas, que según las estimaciones oficiales no supera un tercio de la población total. Si además a ello se suma la también importante proporción de las mismas que permanece célibe a lo largo de su vida, la justificación esta ampliamente servida. La explicación oficiosa es algo más cruda y está mas acorde con la celebérrima testarudez atribuida el pueblo naugrim (palabra élfica que significa "pueblo menguado", y que a la luz de estas investigaciones adquiere otra interpretación). El extraño gesto de llevarse la mano a la entrepierna no significaba el clásico y vulgar "ole mis ..." (y perdón por lo soez), sino que era simplemente una reacción al dolor causado por la exposición de las partes a un fuego de elevada intensidad (no es lo mismo forjar mithril que cocer patatas).

Es fácilmente comprensible el devastador efecto de las llamas en esta parte de la anatomía enana (y en la de cualquiera, seamos sinceros), pero su fijación por el mantenimiento de los signos de identidad y la testarudez en reconocer que aquello dolía un ..., les llevó a esconder los terribles efectos del salto en cuestión. Conocidos por las comisiones los efectos de tal práctica, se intentó limitar al gremio de Herreros, Forjadores y Amantes del Primer Salto la participación en el mismo, pero como a este gremio pertenecen el 99% de los enanos, la medida no fue satisfactoria. Otra propuesta fue revestir al enano con una armadura de mithril, pero aún siendo livianas, no es necesario explicar lo sucedido. Posteriormente se han desarrollado unas amplias cuquilleras del cuero más resistente, que parece ser, dan excelentes resultados, pero según los enanos más recalcitrantes afean la fiesta y no son pocos los que se niegan a utilizarlas. Las últimas investigaciones hablan de un extraño y nuevo material de color plateado sumamente ligero, con el que se confeccionan unos feísimos trajes de cuerpo entero, que no se sabe si tendrán aceptación.

 

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