A Susan Dagnall, George Allen & Unwin Ltd.

[Tolkien escribió la mayor parte de El Hobbít durante los primeros siete años pasados como profesor de Anglosajón en Oxford. Había un texto que existía en el invierno de 1937, que fue leído por C.S. Lewis, aunque en esta etapa en la copia dactilografiada faltaban aparentemente los capítulos finales, y se interrumpía un poco antes de la muerte del dragón Smaug. Esta copia fue finalmente leída por Susan Dagnall, graduada en Oxford, que trabajaba para la editorial londinense de Alien & Unwin, y alentó a Tolkien para que terminara la historia y la ofreciera para su publicación. Para la atracción de Toikien por el interés que demostró ella en el libro, véanse nº 63, 257 y294, aunque dos de estas cartas se equivocan al sugerir que Susan Dagnall era todavía estudiante en Oxford cuando leyó el manuscrito.  Véase además una biografía, pág. 2oo.

Era el 3 de octubre de 1936 cuando Tolklen envió la copia dactilografiada completa a Allen & Unwin.  Stanley Unwin, fundador y presidente de la empresa, le contestó el 5 de octubre diciendo que el libro recibiría "inmediata y atenta consideración".  No existe ya correspondencia sobreviviente hasta la carta siguiente.  Cuando Tolklen la escribió, la publicación del libro había sido aceptada, y él estaba ya preparando los mapas y las ilustraciones.]

 

4 de enero de 1937

Estimada señorita Dagnall:

Northmoor Road, Oxford

Mapas & c. para «El Hobbit»

Lamento la larga demora. No me encontré bien por algún tiempo y debí luego enfrentarme con una familia abatida por la gripe traída de la escuela, para completa ruina de la Navidad. Yo mismo sucumbí la víspera de Año Nuevo. Ha resultado difícil hacer algo, y lo que he hecho, me temo, resulta bastante pobre. He vuelto a dibujar dos cosas: la carta, que tendría que ir encañonada (en el capítulo I), y el mapa general. Sólo espero -pues mi habilidad es escasa y no tengo experiencia en preparar estas cosas para su reproducción- que sirvan de algo. He decidido que los demás mapas no son necesarios.

He vuelto a dibujar (en la medida de mi capacidad) una o dos de las ilustraciones de aficionado del «manuscrito casero» considerando que podrían servir para la guarda, el frontispicio o algo por el estilo. En general, considero que sería preferible mejorarlas.  Pero quizá sea imposible en esta etapa; en todo caso no son muy buenas y tal vez no sean técnicamente adecuadas. Sería usted muy amable si me devolviera las rechazadas.

 

Atentamente suyo,

J.R.R. Tolklen.