Los héroes del apocalipsis
Un clásico de nuestro tiempo

 


Un recorrido por una de las creaciones mas fascinantes del ultimo siglo: ‘El Señor de los Anillos’ de Tolkien y su mitologica galeria de personajes.

Todo empezo con un niño huerfano que se dedicaba a inventar idiomas. A los 12 años John Ronald Reuel Tolkien (1892-1973) ya habia configurado al menos dos lenguas y durante su adolescencia sintio la necesidad de dotarlas de una historia que justificara su evolucion en el tiempo; asi surgieron los primeros rasgos de lo que mas tarde habria de convertirse en un mundo completo, con sus propias leyes y sus desordenes, su precisa geografia y las razas que lo pueblan: los elfos, que viven en un virtual estado de gracia y superan a todos por su sabiduría y belleza, habitan los bosques y saben que se aproxima su ocaso; los hombres, que disfrutan del don de ser mortales: y los enanos, de menor tamaño pero mas robustos, habiles artífices que viven en las minas y en palacios subterráneos. Pero tambien criaturas degradadas que corrompen la naturaleza y hablan idiomas execrables, como los orcos, los trolls y otros servidores del Señor Oscuro. Este mundo tiene un nombre: la Tierra Media y los importantes acontecimientos que el autor narra se desarrollan en las postrimerías de su Tercera Edad.

LOS CONEJOS Y EL PODER
Habia una vez un erudito profesor de Oxford que se aburria mortalmente corrigiendo examenes. Una tarde, movido por un impulso repentino, escribio unas lineas en un espacio en blanco: “En un agujero en el suelo vivia un hobbit”. La singular palabra se le ocurrio por la asociación del filosofo Thomas Hobbes y un conejo (rabbit). Desde entonces los hobbits aparecieron en la Tierra Media, sin una idea muy clara de su origen y dedicados a disfrutar de los tranquilos placeres de la vida campestre. Son granjeros, chismosos y glotones, su estatura alcanza la mitad de la humana y detestan involucrarse en asuntos de otras razas. Uno de ellos, sin embargo, es seducido por el sarcástico mago Gandalf el Gris y se ve envuelto en un viaje de aventuras escalofriantes, entre tesoros y dragones. No es gratuita la presencia de Hobbes en la narrativa de Tolkien, ambos comparten dos temas obsesivos: el poder y la guerra. La historia del viaje de Bilbo Baggins fue escrita unicamente para solaz de los hijos del autor y se publico en 1937, con el titulo de The Hobbit, sin ninguna esperanza de que interesara a nadie.
Lo que siguió cambio el rostro de la historia literaria. Estimulado por las cartas de lectores que pedian mas, Tolkien asumio el desafio de dar forma a su inmensa mitología personal y, luego de muchos años de trabajo y confusión, El Señor de los Anillos aparecio en tres tomos (1954-1957). (Se cuenta, ademas, que en los años cuarenta le enviaba los capitulos recien redactados a su hijo Christopher, entonces piloto de la RAF.) El publico compro millones de ejemplares y la critica mas exigente se rindio ante la evidencia de que habia nacido una obra maestra absoluta. En palabras de W. H. Auden, “Tolkien ha triunfado ahí donde fracaso Milton”. Luis Alberto de Cuenca compara su grandeza con la de la Eneida. George Steiner afirma que estamos ante ‘una coherente mitología de la autenticidad universal en pleno siglo veinte’. Todos los criticos, ademas, destacan la incomparable capacidad del autor para ‘satisfacer nuestro sentido de la realidad historica y social’ en una obra de carácter fantastico y aun feerico (bien puede ser vista como un extenso cuento de hadas). Asi, Tolkien fue reconocido en vida como el mayor autor en lengua inglesa desde la muerte de Shakespeare.

VIAJE HACIA EL FIN DE LA NOCHE
En un lenguaje transparente, sin ningun tipo de experimentación formal, esta novela epica es la crónica de la Guerra del Anillo. Al final de la Tercera Edad, el nigromante Sauron (conocido como el Señor de los Anillos) desencadena una conflagración apocalíptica al tiempo que busca con desesperación un talismán perdido: el anillo que tiene la virtud de someter a hombres y a bestias. Obra del mal y consagrado a la búsqueda de poder, este anillo no debe ser usado para enfrentar a Sauron, pues quien los haga necesariamente terminara convirtiéndose a su vez en un nuevo Señor Oscuro. Aquí la lucidez política de Tolkien nos advierte sobre el tragico destino de muchas revoluciones que nacieron bajo el signo libertario. Uno de los personajes mas entrañables de la literatura universal es, sin duda, Gandalf el Gris. Ironico, sagaz, de una solemnidad antigua y una risa amable, este viejo mago que ama el tabaco y tiene siempre una frase aguda es el unico con la sabiduría suficiente para desconfiar de su propia ciencia y con el valor de enfrentar al Enemigo, aun cuando la desesperación se adueñe de los hombres libres. Bajo su energica dirección, el joven hobbit Frodo se inicia en una aventura que lo atemoriza y sobrepasa: acepta la misión de destruir el anillo en el propio lugar donde fuera forjado, la Grieta del Destino, en el pais de Mordor, “donde las Sombras se extienden”.


UN LIBRO DISTINTO PARA CADA LECTOR
A pesar suyo, la obra de este ingles (nacido en Sudáfrica), catolico y conservador, ha sido asumida como emblema por los mas variados grupos políticos y movimientos culturales. Los hippies, por ejemplo, llenaron el metro de Nueva York y Buenos Aires con grafitos alusivos: “Frodo vive”, “Frodo vencera”. Aunque sabemos que Tolkien simpatizaba con el general Franco y que escribio su obra durante los tormentosos años de la Segunda Guerra Mundial, debemos rechazar cualquier alegoria política de su parte. Como lo advierte en el prefacio, el tema de la violencia desatada ya lo tenia muy presente desde su participación en la Primera Guerra, en la que perdio a todos sus amigos cercanos. Por otra parte, lecturas de orden antropológico y mistico señalan a Tolkien como un mensajero del saber “tradicional” arcaico o premoderno, una voz surgida de las profundidades del pasado. Al mismo tiempo, la profunda reverencia ante la naturaleza que figura en sus paginas (bosques, rios, bestias y vientos tienen un papel fundamental) permite que se considere esta saga moderna una “epopeya ecológica”. Fernando Samaniego puntualiza con acierto que una apreciación global no debe olvidar la versatilidad lingüística que esta en su nacimiento.

Ninguna interpretación puede agotar el significado de esta obra maestra, ni explicar su misterioso origen en la mente de su creador. Pero cuando uno lee El Señor de los Anillos conoce la misma emocion religiosa que sucitan la Novena Sinfonía de Beethoven y los frescos de Miguel Angel. De El Señor de los Anillos podemos decir lo mismo que Einstein declaro de un filme de Chaplin: es un paso mas en la milenaria lucha del hombre contra las tinieblas.

GUIA DE RUTA EN LA GUERRA DEL ANILLO
1. Para una mejor comprensión del itinerario de los protagonistas y el desarrollo de la historia, es imprescindible el uso del mapa que el autor ha incorporado en el libro.
2. La traducción castellana adolece de cacofónicas recreaciones de nombres propios (Strider, por ejemplo, aparece como Trancos) y la omisión del prefacio de Tolkien y de algunas lineas de la novela.
3. La fallida versión en dibujos animados de Ralph Bakshi solo llega hasta la mitad del segundo volumen.
4. Los acontecimientos de la Tercera Edad estan íntimamente relacionados con la historia de las eras anteriores, que se narra en El Silmarillion (publicado póstumamente en 1977), relato del genesis de la Tierra Media y los pueblos que la habitan.
5. Finalizar la lectura de esta obra supone una perdida irreparable, similar a la muerte de un ser querido: el destierro de la Tierra Media. Un sufrimiento tan grande hace que yo no le aconseje a nadie leer esta novela.

 

Este artículo apareció el domingo 21 de mayo de 2000 en El Comercio (un periódico de Lima, Perú). El artículo fue escrito por Camilo Torres)

Comunicado por: juglar

 

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