El Kalevala

 

 

El Kalevala es la epopeya nacional finlandesa, compuesta por Elias Lönnrot a partir de cantos recolectados desde 1830 de los campesinos finlandeses, y que se remontan a la Edad Media.
Hace ahora 150 años que la epopeya nacional finlandesa, el Kalevala, fue publicada. Forma parte de la gran familia de las epopeyas que no existirían sin las de la Antigüedad. Recíprocamente influyó sobre la forma y la estructura de las epopeyas que se conocieron más tarde.

Desde que Tolkien descubriera el Kalevala, su amor por él fue inmediato. Descubrió y admiró “ese extraño pueblo y sus nuevos dioses, raza de héroes escandalosos, sin hipocresía y sin intelectualidad”.
Gracias a su pasión por las lenguas y sus talentos naturales de lingüista, Tolkien aprendió lo suficiente para leer el finlandés, lengua de origen del Kalevala. Eso fue para él: ”como descubrir una cava llena de botellas de un vino extraordinario y de un gusto hasta ahora desconocido. Fue muy excitante”.

Es, por otra parte, bajo la influencia de esta lectura, que Tolkien modifica sus lenguajes inventados: aparece el Quenya. 

Es en esta ocasión que Tolkien redescubre valores esenciales a sus ojos, tales como el Honor, la Fidelidad, la conciencia y el gusto del Esfuerzo y del trabajo bien hecho. Para Tolkien, estos valores están ausentes en nuestro Mundo Moderno, “estas narraciones mitológicas están llenas de esa cultura primitiva y subterránea que, en la composición, la literatura europea no ha cesado de reducir y de eliminar, más o menos según los pueblos correspondientes”. 

La imitación mas evidente de Tolkien al Kalevala es, sin ninguna duda, la muerte de Kullervo. Este, como el Túrin de Tolkien, se suicidará arrojándose sobre su espada, agobiado por los remordimientos. El también se suicidó después de haberse percatado que era verdaderamente Kullervo.

 

Introducción 

La primera versión del Kalevala apareció en 1835. La misma fue el fruto del trabajo de Elias Lönnrot y comprendía los poemas populares, que él había compilado y reformulado.
El metro  kalevaliano antiguo, con su aliteración específica y su métrica típica tiene cuatro versos, permitiendo la poesía cantada. Existió a través de milenios por la tradición de los pueblos proto-fineses que vivían en las regiones bañadas por el Mar Báltico.
En la cultura de lengua finesa hay un antes y un después del Kalevala, tanto modificó esta obra el curso de las cosas en Finlandia como en el extranjero. El aura del Kalevala hizo surgir del anonimato a un pequeño pueblo desconocido y, en cierta forma, ha hecho surgir a Finlandia en el mapa de Europa; es más, hizo llamar al Kalevala la  “epopeya nacional finlandesa”.


Esta primera publicación no detuvo a Lönnrot y sus amigos en la búsqueda de poemas populares y pudieron reunir gran cantidad de materiales nuevos. Fundándose en esos últimos aportes, Lönnrot publica en 1849 una segunda versión, más larga, del Kalevala. Después de eso, es esta última versión la que ha sido estudiada en Finlandia. También sirvió de versión de referencia para las numerosas traducciones que se han hecho del Kalevala.

 

Los cantos : materia prima del Kalevala.

 Es generalmente admitido que la cultura de lengua finesa, establecida en las regiones limítrofes del Golfo de Finlandia, sufrió una profunda transformación entre los siglos décimo y quinto antes de nuestra era. Como resultado de tal modificación, apareció un modo de canto original sin estrofa, ni rima, teniendo como características una aliteración y repetitividad muy características. De esta suerte, los versos observan una métrica cuadrisilábica que se denomina “metro kalevaliano”. El ritmo de los versos de una poesía cantada, es normalmente de de cuatro o cinco tiempos; en cuanto a la melodía, siguen la gama pentatónica.
Lejos de haber sido instauradas en una época precisa, las grandes reglas y principios de esta muy anciana poesía popular, tienen origen en diferentes períodos de la Historia. Los poemas míticos son típicos de los temas de las más antiguas épocas. Cuentan hechos que se remontan a los orígenes de la humanidad y de la cultura universal.
El intérprete de la poesía cantada es generalmente un excelente cantor – o cantora – chaman, bardo, jefe espiritual de una tribu, que emprende un audaz viaje iniciático al corazón del mundo de los ancestros. Como los héroes de los cantos, ellos se aventuran en los mares, las regiones lejanas y en el Pohjola del Kalevala, se fusionan con ellos, cometen los raptos, son expatriados, huyen, etc....
Gracias a esos cantos líricos, los ancianos experimentan sentimientos íntimos. Las fiestas, casamientos, festines de caza, están preñados de poesía ritual. El encanto kalevaliano se adorna también de magia, y colorea la vida de todos los días integrándose naturalmente.
La instauración de la Reforma hace que la Iglesia luterana logre que la tradición comience a perder pie, y entrando por el Oeste de Finlandia, copa el resto del país. A pesar que a partir del siglo XVII, algunos cantos habían sido ya transcritos, no fue sino hasta el siglo ¿XVIII? que se organizan de forma sistemática los indispensables viajes de estudio para lograr las retranscripciones más exhaustivas.

 

Algunos personajes.

 Los héroes de los fineses recibían generalmente desde su nacimiento, poderes mágicos extraordinarios y conocimientos esotéricos. El maravilloso sabio Vainamoinen  había nacido con su sabiduría y sus dones mágicos, al tiempo que Leminkainen, más sutil, había sido bañado en la sabiduría y el ocultismo, cuando todavía era un bebé. Equipados con un repertorio de cantos sagrados, los Fineses penetraban en las raíces de la vida. Los magos fineses eran en otra época tan célebres que en la Edad Media, los reyes de Noruega prohibían a sus súbditos ir a Finlandia por mar para consultarlos.

Leminkainen, o “amante”, era un héroe de la epopeya finlandesa. Cuando niño, su madre le baña tres veces en una noche de verano, y nueve en una noche de otoño con el fin de convertirlo en un hombre sabio y dotado para el canto. Es un joven frívolo (acosaba en forma continua a las mujeres para lograr sus favores). Acompaña a Valnamoinen en un viaje al país de Pohja en la búsqueda de mujeres. Su proeza más grande fue la tentativa de eliminar al cíclope Tuoni, el dios de la muerte. Olvidándose de protegerse por la magia, Leminkainen fue eliminado por los hijos de Tuoni, y sus restos fueron esparcidos por la rivera. Mas su madre, que era maga, reconstituye su cuerpo y lo retorna a la vida.

Luonnotar (que probablemente significa “doncella de la naturaleza”), era la diosa creadora de los fineses. Al comienzo no existía más que Luonnotar “totalmente sola en un inmenso océano vacío”. Luego ella flota a través de los siglos sobre el océano cósmico hasta que un día, un pájaro hace el nido sobre sus rodillas y comienza a empollar sus huevos. Mas la divinidad deshace el nido, así fueron creados el cielo y la tierra, a partir de las cáscaras rotas. Las yemas de los huevos forman el sol y las claras la luna. Las partes dispersadas se convierten en estrellas. Por la tarde, Luonnotar crea los continentes y los mares, luego hace nacer a Vainamoinen, el héroe finés. 

Tuoni es el dios finés de los muertos. Habita el sombrío país de Tuonela, de donde escasos viajeros regresan. Tuoni y su mujer Tuonetar tuvieron varios hijos. Estos últimos son las divinidades del sufrimiento, especialmente Kipu-Tytto, dios de la enfermedad. Vainamoinen fue uno de los pocos héroes en escapar de Tuonela. Después de haber traspasado la orilla que marcaba la frontera, Vainamoinen fue abordado por Tuonetar, la que le ofrece cerveza. Pero mientras que el visitante dormía, los hijos de Tuoni instalan una inmensa red metálica en la frontera, a fin de impedir partir al héroe. Al despertarse, no obstante, Vainamoinen se transforma en ave y pasa fácilmente la trampa. 

Vainamoinen, el principal héroe de las epopeyas finesas, es el hijo de la primitiva diosa Luonnotar. Es descrito como un hombre sensible y vigoroso que, después de su nacimiento mostraba la sabiduría que dan los años, porque había permanecido en el vientre de su madre al menos treinta años. En tanto que campeón del Kalevala (la “tierra nativa de los héroes”), Vainamoinen poseía extraordinarios poderes mágicos. A pesar de ello, era desventurado en el amor. Cuando busca una esposa entre las mujeres de Pohhja, se le promete una de las hijas de Louhi, con la condición de fabricar un talismán; el Sampo. El confía la tarea a su compañero Ilmarinen, el que finalmente  obtiene a la hija de Louhi en matrimonio. Mas la joven fue asesinada, y el talismán robado. Vainamoinen, Ilmarinen y Leminkainen partirán en la busca del Sampo. Después de diversas aventuras lo recuperan. Mientras tanto, Louhi provoca una gran tempestad y, convertida en grifo, se abate sobre su navío. Solamente la rapidez de Vainamoinen salva a los defensores, pero mientras tanto, el Sampo es llevado por el viento y se destruye. Luego de la tempestad, Vainamoinen junta los restos y logra devolver al talismán su poder original. Terminada su misión, Vainamoinen construyó un navío y partió a un viaje eterno (en esto se parece bastante a Eärendil viajando eternamente con el Silmaril en la frente).

Traducido por Beleg

 

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