El Troll rompehuesos

 
Letra: J.R.R. Tolkien
Traducción: Alejandro González y Hernán González
Música: Hernán González

 

 

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El troll solitario en su piedra sentado
un hueso mascaba, amarillo y pelado
Llevaba ya tiempo rumiando y puliendo
no hallaba alimento que darle al colmillo
¡A diente y colmillo! ¡Sacándole brillo!
Vivía en lo alto en su cueva alejado
y no hallaba carne que darle al colmillo.
.......
Con sus grandes botas, Tom llega y se asoma:
"¿Qué es eso que mascas ?" al troll interroga
"Parece la tibia de mi tío Timba,
que aún debería seguir en su tumba
¡Seguir en su tumba! ¡Timba que-te tumba !
Murió hace ya tiempo, murió en mala hora,
pensé que estaría tranquilo en su tumba".
............
El troll dice, "Es cierto, yo robé este hueso.
Mas, ¿qué hacen los huesos en un agujero?
Ya estaba tu tío bien muerto y bien frío
antes que conmigo su tibia topara.
¡ Tibita tan flaca, tan fría matraca !
Puede compartirla con este troll viejo
pues a él ya no le hace ni pizca de falta.
................
Y Tom dijo: "Escucha, te espera una tunda,
no creas que vas a salir con la tuya
robando a mi gente, huesos de un pariente !
Serás tan decente de darme ese hueso ?
¡Me das ese hueso! ¡Te rompo los huesos!
Por más que esté muerto, la tibia no es tuya
¡Haz pues el favor de pasarme ese hueso!"
.................
"Tu tío, tu tía !" el troll se reía.
"¡También a tí voy a morderte las tibias!
Tu carne grasienta, de perlas me sienta
Y ahorita me tientas, el diente te hinco
¡El diente te hinco! ¡Ahorita en un brinco!
Estoy ya cansando de cueros y tibias
Está decidido: los dientes te hinco!"
....................
Mas cuando pensaba su cena ganada,
se halló con las manos tanteando la nada.
Sin tiempo a pensar, Tom detrás se le va
patada le da, como para que aprenda
¡Que aprenda que aprenda! ¡Prendita la prenda!
"¡En las posaderas certera patada
hará -pensó Tom- que la lección aprenda!".
..............
Son duros, empero, cual piedra los huesos
y carnes del troll que hace en peñas asiento.
Igual resultara patear la montaña :
bien dicen que nalgas de troll nada sienten.
¡ Troll-piedra no siente! ¡Los cuentos no mienten!
El troll ríe oyendo de Tom los lamentos,
pues ve que, en efecto, sus dedos sí sienten...
...........
A casa volvió Tom, y hasta hoy sigue cojo,
el pie sin la bota le provoca enojos.
Al troll no le importa, si no tiene torta
al menos se goza en su hueso robado
¡Finado pelado! ¡Patán deshuesado!
Del troll el trasero no tiene sonrojo
y aún rumia y mastica su hueso robado.

 

 

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