Los Anillos de Poder

 

 

Nota de Oskarma: Lo que se cuenta aquí está pensado para los juegos de rol. Es decir hay datos inventados (no obtenida de los libros de Tolkien) para poder aplicarse a partidas de rol que necesitan mayor grado de concreción en algunos aspectos. Así que si bien hay mucha información "correcta" hay otra imaginaria (como por ejemplo el nombre de los Nazgûl, de los cuales el único que nos viene de Tolkien es el de Khamûl).

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Los anillos fueron forjados por Sauron el Maia, el más grande de los servidores de Morgoth, El Enemigo Oscuro. El plan de Sauron era subyugar la voluntad de los portadores de los anillos. Todos tenían en común otorgar la inmortalidad a quien lo llevara.

Los Tres Anillos de los Elfos


De los veinte anillos de poder, sólo los Tres Anillos élficos, forjados por Celebrimbor a solas, no han sido tocados por la maligna mano del Señor Oscuro. Como todos los artefactos verdaderos, el poder de los tres anillos es en función de quien lo lleva.


Nenya, Al igual que los otros dos Anillos élficos, Nenya es un poderoso objeto capaz de ser un arma terrible. Su propósito, sin embargo, no era ése. Los Anillos élficos se hicieron para ayudar a que su portador aprendiese, curase y entendiese, no sólo en provecho propio sino también para aquellos que le rodeaban. Tienen el poder de mantener a raya la Sombra y de hecho también pueden evitar los efectos de deterioro del paso del tiempo. Cada anillo es el centro de un refugio élfico en el que no se nota el paso de los días y el tiempo fluye de maneras extrañas. Ello es especialmente cierto en Lórien donde gobierna Galadriel.


Vilya, El más poderoso de los Tres Anillos Élficos de Poder, fue dado a Elrond por Gil-galad justo antes de su partida como co-general de la Última Alianza de Hombres y Elfos contra Sauron. Durante tanto tiempo como Sauron no poseyó el Único, los portadores de los Anillos Élficos estaban libres de utilizarlos completamente. Ciertamente parece que, a pesar de que la localización de Rivendell en un estrecho valle con una entrada oculta, es asombroso que el lugar permaneciera oculto durante tanto tiempo. Los sirvientes de Sauron exploraron el campo y fueron incapaces de penetrar el velo sobre Imladris. En vez de ello, Rivendell y Lórien retuvieron un especial estatus elusivo en la mente de Sauron. Seguramente él debe haber estado en conocimiento de ellos - y quizás incluso sospechaba que un Anillo Élfico estaba obrando, pero los Tres eran de tan poderosos que el Señor Oscuro fue incapaz de actuar sobre sus sospechas. Quizás más que los otros dos anillos, Vilya es de curación y fortalecimiento. Neya escudó una tierra del envejecimiento - casi invirtiéndolo; Narya encendía los corazones a la acción. Fue en Rivendell donde Vilya permitió que las decisiones fueran tomadas, y las acciones planeadas. En Apariencia Vilya es un anillo de oro puro con un gran zafiro azul claro engarzado.


Narya, Es de oro con un rubí engarzado. Primero Celebrimbor se lo dió a Gil-galad junto con Vilya, quién lo pasó a Círdan para custodiarlo y finalmente fue dado a Gandalf, el cual aunque no fuera un Elfo, era uno de los Istari, el guardían del Fuego Secreto, la última Llama de Luz.


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Los Siete Anillos de los Enanos
Después de ser entregados a los reyes enanos, uno para cada una de las Siete Tribus o Casas de Enanos, y al ver que no les afectaba como Sauron pretendía (ganar la inmortalidad para poder controlarlos) los maldijo. Después de muchos años, y de batallas con grandes bestias (como son los Dragones de Fuego), uno por uno, los Enanos de las Siete Casas, una vez robados y destruidos, erraron de lugar en lugar. Finalmente los siete Anillos de Poder se perdieron de alguna forma: consumidos o tragados por Dragones de Fuego, otros simplemente desaparecieron, presumiblemente volvieron a Sauron. Probablemente, esto no se puede aplicar al caso del Anillo de Durin, aunque si que al final volvió a las manos de Sauron.

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Los Nueve Anillos de los Hombres
Todos tienen más o menos los mismos poderes. Invisibles además para todos excepto para otros poseedores de anillos, fueron destruidos cuando lo hizo el Anillo Unico, excepto el de el Rey Brujo que perdió sus poderes pero no fue destruido, cayó en los Campos del Pelennor en la misma batalla en que murió el Rey Brujo. Los Nueve Nazgûl cuyos nombres eran (por orden de importancia):

Murazor,
El Rey Brujo de Angmar
Dúnadan
[Mago Nivel 60]


Khamûl, El Oriental,
Sombra del Este
Womaw
[Montaraz Nivel 40 (Nivel 50 tras el 2460 TE)]


Dwar de Waw, Rey de los Perros
Wolim
[Mago Nivel 39]


Indûr, Muerte del Alba,
la Sombra del Sur
Kiran (Mumak)
[Mago Nivel 37]


Akhôrahil, El Amigo del Señor
Númenóreano Negro
[Mago Nivel 36]


Hoarmûrath de Dír
Urd
[Animista Nivel 33]


Adûnaphel, La Silenciosa
Númenóreana Negra
[Barda, Nivel 32]


Ren, El Impío
Chey
[Ilusionista Nivel 32]


Ûvatha, El Jinete
Variag
[Guerrero Nivel 31]


Nota: los datos entre corchetes [ ] se refieren al juego de rol de El Señor de los Anillos

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El Anillo Único


Como cualquier artefacto; sus dones primarios son determinados por la naturaleza y fuerza del poseedor; su práctica normal aumenta en extremo las capacidades de su uso corriente; confiere muchos otros poderes que no aparecen de inmediato, y que van ocurriendo gradualmente con la terrible maldición; el Anillo es más conocido por su mayor poder de mando y control. Está hecho con un banda de oro puro que no se desgasta ni se mella con el uso. Al calentarlo en fuego, una fina inscripción aparece durante un minuto y recorre tanto el interior como el exterior del anillo, en Tengwar, pero en lengua negra. Se puede leer:

"Ash nazg durbabatulûk, ash nazg gimbatul, Ash nazg thrakatulûk agh burzum ishi krimpatul"
"Un Anillo para gobernarlos a todos, Un Anillo para encontrarlos, Un Anillo para traerlos a todos y en la oscuridad encadenarlos"

El Anillo no puede ser destruido, excepto por los Fuegos en los que fue forjado, en el volcán del Monte del Destino; si es destruido todos los demás Anillos perderán su poder y Sauron y sus Nazgûl se convertirán para siempre en espectros impotentes.

PODERES: Como cualquier artefacto; sus dones primarios son determinados por la naturaleza y fuerza del poseedor; su práctica normal aumenta en extremo las capacidades de su uso corriente; Sam el mayor de todos los Jardines; Boromir el irresistible líder de los hombres; etc.; confiere muchos otros poderes que no aparecen de inmediato, y que van ocurriendo gradualmente con la terrible maldición; el Anillo es más conocido por su mayor poder de mando y control; también por los siguientes poderes menores que deben ser ejercitados:

Invisibilidad: no se rompe en el combate; porque el usuario entre profundamente en el mundo de los espectros; invisible a todos los ojos terrenales, pero brillantemente visible a los espectros, como los Nazgûl; da la habilidad de ver todas las cosas invisibles.

Aumento de los Sentidos; el olfato y el oído se vuelven extremadamente agudos, y la vista se extiende dentro del dominio visible (permite ver las formas de los Nazgûl, pero la visión de los objetos en el mundo material se empaña); el usuario puede ver poderes mágicos y fuerzas espirituales a grandes distancias.

Gradualmente disminuye los efectos del envejecimiento, incrementando la vida del poseedor indefinidamente y es transformado gradualmente en una criatura de la oscuridad (Gollum) y finalmente se convierte en un espectro, quedándose entre la vida y la no vida; este poder toma efecto por la simple posesión del Anillo; la rapidez del proceso de transformación es variable, dependiendo de la frecuencia con que ha sido usado el objeto, su propio carácter y su resistencia mágica innata; este poder, de cualquier modo, está también unido a la maldición; para depender de la frecuencia del uso y la resistencia mágica innata, el poseedor eventualmente se debilitará bajo el control del Señor Oscuro; la completa debilitación puede ser pospuesta durante siglos.

Permite al usuario controlar o resistir cualquier objeto hecho con la ayuda del anillo, como las trampas de Barad-dûr.

El Anillo no puede ser destruido, excepto por los Fuegos en los que fue forjado, en el volcán del Monte del Destino; si es destruido todos los demás Anillos perderán su poder y Sauron y sus Nazgûl se convertirán para siempre en espectros impotentes.


Adicionalmente, los poderes siguientes están disponibles para alguien que tenga dominio sobre él. Estos poderes pueden sólo ser invocados en sus efectos completos por una fuerza entrenada ya sobre el control de dominar a otros:

Sirve como un multiplicador x18 PP para todos los dominios y profesiones.

Puede controlar todos los usuarios de los Grandes Anillos de Poder, como los Nazgûl (con la excepción de los élficos), sin importar el alcance u otras circunstancias; el Anillo puede esclavizar a los otros usuarios o revelar y retorcer todas las cosas hechas con el poder de los otros Anillos.

Puede lanzar sortilegios a 3 veces el alcance normal, o a cualquier blanco que el poseedor pueda ver, incluso mediante artefactos (Palantir).

Puede ejercer un impresionante poder de mando y control, especialmente sobre criaturas malignas que instintivamente temen al Anillo, incluso sin conocerlo.

 

¿Qué sabemos de los Anillos de Poder?

"Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo.
Siete para los Señores Enanos en casas de piedra.
Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir.
Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,
un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras."


"En tiempos remotos fueron fabricados en Eregion muchos anillos de Elfos, anillos mágicos como vosotros los llamáis; eran, por supuesto, de varias clases, algunos más poderosos y otros menos. Los menos poderosos fueron sólo ensayos, anteriores al perfeccionamiento de este arte: bagatelas para los herreros de los Elfos, aunque a mi entender eran peligrosos para los mortales. Pero los realmente peligrosos eran los Grandes Anillos, los Anillos de Poder."
(El Señor de los Anillos,"La sombra del pasado")

¿Cuáles eran los Anillos de Poder?

Cuando Tolkien habla de los Anillos de Poder, se refiere a los mencionados en el famoso texto (o "poema") de los anillos, es decir, a los Tres (de los Elfos), a los Siete (de los Enanos), a los Nueve (de los Hombres) y, por último, también, al Único, el anillo forjado por Sauron para controlar y dominar a los demás.

Sauron deseaba, más que nada, poder someter a los pueblos de la Tierra Media, y, sobre todo a los Elfos, pues eran los que tenían mayor poder, y durante algún tiempo, asumió una forma física hermosa y sabia, y se hizo llamar Annatar (el Señor de los Dones) en su intento de convencer a los Elfos para que le sirvieran, ofreciéndoles a cambio su ayuda y amistad. En algunos lugares no lo quisieron escuchar, pues tanto Elrond como Gil-galad desconfiaban de él; sin embargo, los Noldor de Eregion fueron menos precavidos:


"Era en Eregion donde los consejos de Sauron se recibían con mayor complacencia, porque en esa tierra los Noldor deseaban acrecentar cada vez más la ingeniosidad y la sutileza de sus obras. Además, no tenían paz en el corazón desde que se negaron a volver a Occidente, y a la vez querían permanecer en la Tierra Media, a la que amaban en verdad, y gozar de la beatitud de los que habían partido. Por tanto, escucharon a Sauron, y aprendieron de él muchas cosas, pues tenía grandes conocimientos."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")

"Pero Sauron tuvo mejor fortuna con los Noldor de Eregion, y en especial con Celebrimbor, que en su corazón deseaba alcanzar la habilidad y la fama de Fëanor."
(Cuentos Inconclusos,"La Historia de Galadriel y Celeborn")

"Pero muchos Elfos escucharon a Sauron. En aquellos primeros tiempos, sus intenciones eran todavía buenas, y sus motivos y los de los Elfos parecían coincidir en parte: la curación de las tierras desoladas. Sauron encontró su punto débil al sugerir que, ayudándose los unos a los otros, harían del Oeste de la Tierra Media un lugar tan hermoso como Valinor. Era, en realidad, un ataque velado contra los dioses, una incitación a intentar hacer un paraíso separado e independiente. Gilgalad rechazó todas estas proposiciones y también lo hizo Elrond. Pero en Eregion se iniciaron grandes obras, y nunca estuvieron los Elfos tan cerca de sucumbir ante la "magia" y las maquinarias. Con la ayuda de la Ciencia de Sauron construyeron los Anillos de Poder (...)"
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 131)
Y fue entonces cuando los Anillos de Poder (excepto el Único) fueron forjados por los Elfos de Eregion, bajo la guía de Sauron:


"En aquellos días los herreros de Ost-in-Edhil superaron todo cuanto habían hecho antes; y al cabo de un tiempo hicieron los Anillos del Poder. Pero Sauron guiaba estos trabajos, y estaba enterado de todo cuanto hacían; porque lo que deseaba era someter a los Elfos y tenerlos bajo vigilancia."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")

"(...) y muchos ojos se volvieron a Elrond con miedo y asombro mientras les hablaba de los herreros Elfos de Eregion y de la amistad que tenían con las gentes de Moria, y de cómo deseaban conocerlo todo, y de cómo esa inquietud los hizo caer en manos de Sauron. Pues en aquel tiempo nadie había sido testigo de maldad alguna, de modo que recibieron la ayuda de Sauron y se hicieron muy hábiles, mientras que él en tanto aprendía todos los secretos de la herrería y los engañaba forjando secretamente en la Montaña de Hierro el Anillo Único para dominarlos a todos. Pero Celebrimbor entró en sospechas y escondió los Tres que había fabricado; y hubo guerra, y la tierra fue devastada, y las puertas de Moria se cerraron."
(El Señor de los Anillos, "El Concilio de Elrond")
Sin embargo, los Tres Anillos de los Elfos fueron forjados sólo por Celebrimbor, sin la intervención de Sauron, pero aprovechando sus enseñanzas:


"Aunque inmaculados, pues no estaban hechos por Sauron ni habían sido tocados por él, eran parcialmente producto de la instrucción que él impartió, y, en última instancia, estaban bajo el control del Único."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 144)

"Los Tres no fueron hechos por Sauron, ni siquiera llegó a tocarlos alguna vez."
(El Señor de los Anillos, "El Concilio de Elrond")
Y Sauron, a su vez, forja el Anillo Único en la Montaña de Fuego:


"Ahora bien, los Elfos hicieron muchos anillos, pero Sauron hizo en secreto el Anillo Único, para gobernar a todos los otros, cuyos poderes estarían atados a él, sujetos por completo a él, y durarían mientras él durase."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")
Cuando Sauron vio que no podía someter a los Elfos, decidió recuperar los Anillos de Poder:


"Desde esos días siempre hubo guerra entre Sauron y los Elfos; y Eregion fue arruinada, y Celebrimbor muerto, y las puertas de Moria se cerraron."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")

"Por fin los atacantes irrumpieron en Eregion destruyendo y devastando, y se apoderaron del principal objetivo del ataque de Sauron: la Casa de los Mírdain, donde se encontraban las herrerías y sus tesoros. Celebrimbor, desesperado, resistió a Sauron en la escalinata frente a las grandes puertas de los Mírdain; pero lo atraparon y lo llevaron cautivo, y la casa fue saqueada. Allí Sauron se apoderó de los Nueve Anillos y algunos otros trabajos de los Mírdain; pero los Siete y los Tres, no pudo encontrarlos. Entonces Celebrimbor fue sometido a tormento, y Sauron averiguó por él dónde se encontraban los Siete. Esto lo reveló Celebrimbor porque para él ni los Siete ni los Nueve valían tanto como los Tres; los Siete y los Nueve habían sido hechos con la ayuda de Sauron, mientras que los Tres los había hecho él solo, con un poder y un propósito diferentes."
(Cuentos Inconclusos,"La Historia de Galadriel y Celeborn")

"En la guerra resultante entre Sauron y los Elfos de la Tierra Media, especialmente en el oeste, la ruina fue todavía mayor. Eregion fue tomada y destruida, y Sauron se apoderó de muchos Anillos de Poder. Para su definitiva corrupción y sometimiento, se los dio a los que los aceptaban (por ambición o codicia). De ahí el ‘antiguo poema’ que aparece como leit-motiv en El Señor de los Anillos."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 131)
Por lo tanto, finalmente Sauron consigue recuperar los Anillos de Poder, a excepción de los Tres Élficos, que Celebrimbor había fabricado por su cuenta, pues éstos fueron ocultados por los elfos y Sauron nunca los llegó a encontrar.

Una vez que tiene en su poder los anillos, Sauron decide dárselos a los Hombres y a los Enanos:


"Pero Sauron recogió todos los Anillos de Poder que quedaban, y los repartió entre los otros pueblos de la Tierra Media, con la esperanza de tener así sometidos a todos los que desearan contar con un poder secreto, fuera de los alcances de su propia especie. Siete anillos dio a los Enanos; pero a los Hombres les dio nueve; porque los Hombres en esto, como en otros asuntos, demostraron ser los más dispuestos a someterse. Y todos los anillos que Sauron gobernaba, los pervertía, con bastante facilidad, pues él mismo había contribuido a hacerlos, y estaban malditos, y traicionaron al final a quienes los llevaban."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")

¿Qué poderes tenían estos anillos?

La respuesta la encontramos en una de las Cartas de Tolkien:


"El principal poder (de todos los anillos por igual) era el de evitar o disminuir la velocidad del deterioro (es decir, el ‘cambio’ visto como algo lamentable), la preservación de lo que se desea o se ama, o la de su apariencia: éste es más o menos el motivo élfico. Pero destacaban también los poderes naturales del poseedor, acercándose así a la ‘magia’, un motivo que fácilmente puede corromperse y volverse malvado, como un deseo de dominio. Y finalmente tenían otros poderes más directamente derivados de Sauron (‘el Nigromante’: así lo llamaban cuando arroja una sombra flotante de malos augurios en las páginas de El Hobbit), tales como volver invisible el cuerpo material o volver visibles las cosas del mundo invisible.
Los Elfos de Eregion hicieron Tres anillos de supremo poder y belleza partiendo casi exclusivamente de su propia imaginación, dirigidos a la preservación de la belleza: no conferían la invisibilidad"
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 131)
Según lo que nos dice el propio Tolkien, todos los Anillos de Poder, tenían como motivo principal preservar y evitar el deterioro de las cosas, que era lo más ansiaban los Elfos. Y éste poder es el que precisamente hace que las vidas de quienes los portan se alarguen. Además, Sauron añadió poderes especiales a los anillos en cuya forja intervino: quienes los usaban podían hacerse invisibles y su repetida utilización hacía que sus portadores fueran pasando lentamente al mundo de las sombras, como veremos más adelante, que ocurrió en el caso de los Nazgûl.

Sin embargo, los Anillos Élficos son en este sentido una excepción, pues ellos no fueron fabricados ni tocados por Sauron y no conferían la invisibilidad (como hemos podido leer más arriba):


"De ese modo los Tres permanecieron incólumes, pues habían sido forjados por Celebrimbor tan sólo, y la mano de Sauron no los había tocado; no obstante también estaban sometidos al Único."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")

¿Se diferenciaban entre sí los Anillos de Poder?

Está claro que los Tres Anillos Élficos, al ser forjados sin la intervención de Sauron, no tenían los mismos poderes que los demás (por ejemplo, no otorgaban la invisibilidad) y que el Anillo Único, que es el forjado por Sauron para dominar a los demás, tiene poderes especiales, que veremos más adelante. Pero, ¿los Siete y los Nueve anillos, son realmente diferentes entre sí?

Sabemos, por las siguientes palabras que Gandalf dice en el Concilio de Elrond, que cada uno de los anillos, a excepción del Único, tenía una gema propia:


"’Recordé unas palabras que había oído en el Concilio, palabras de Saruman a las que no había prestado mucha atención e aquel entonces. Las oía ahora claramente en mi corazón.’
‘Los Nueve, los Siete, y los Tres -nos dijo-, tienen todos una gema propia. No el Único. Es redondo y sin adornos, como si fuese de menor importancia, pero el hacedor del anillo le grabó unas marcas que quizá las gentes versadas aún podrían ver y leer.’"
(El Señor de los Anillos , "El Concilio de Elrond")
Pero, aparte de esto, tanto su forja, como sus poderes, según lo que hemos podido leer hasta ahora, parecen ser los mismos. En todo caso, lo que sí nos queda claro, es que afectan de diferente manera a su portador, según sea su naturaleza. Sus efectos en los Hombres son los siguientes: alargan sus vidas, les otorgan invisibilidad y los arrastran al mundo de las sombras. Sin embargo, a los Enanos les afectan de forma distinta, pero según nos aclara el propio Tolkien (como se puede leer más adelante), esto es debido a la singular naturaleza de los Enanos.

Sin embargo, en los Cuentos Inconclusos nos encontramos con un texto que impide afirmar con rotundidad que tanto los Nueve como los Siete fueran iguales, y es el siguiente:


"Allí Sauron se apoderó de los Nueve Anillos y algunos otros trabajos de los Mírdain; pero los Siete y los Tres, no pudo encontrarlos. Entonces Celebrimbor fue sometido a tormento, y Sauron averiguó por él dónde se encontraban los Siete. Esto lo reveló Celebrimbor porque para él ni los Siete ni los Nueve valían tanto como los Tres."
(Cuentos Inconclusos,"La Historia de Galadriel y Celeborn")
Según esta cita, parece existir una diferencia entre los Siete y los Nueve, pues se los nombra de forma independiente, y la realidad es que en la mayoría de las citas que podemos encontrar siempre se hace tal distinción entre los Anillos de los Hombres y los de los Enanos, lo cual nos indicaría que se trata de Anillos de Poder con características diferenciadas.

Sin embargo, para aquellos que defienden la igualdad entre los Nueve y los Siete anillos, esto puede leerse de otra forma: simplemente que en ese momento siete de los dieciséis anillos no se encontraban allí. Esto además, concordaría con lo que se dice al respecto en El Silmarillion, donde se habla de los dieciséis anillos recuperados por Sauron y entregados a Hombres y Enanos, sin hacer distinción entre ellos:


"Pero Sauron recogió todos los Anillos de Poder que quedaban, y los repartió entre los otros pueblos de la Tierra Media, con la esperanza de tener así sometidos a todos los que desearan contar con un poder secreto, fuera de los alcances de su propia especie. Siete anillos dio a los Enanos; pero a los Hombres les dio nueve; porque los Hombres en esto, como en otros asuntos, demostraron ser los más dispuestos a someterse."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")
Y en las Cartas, en concreto en la 131, podemos leer algo similar:


"(...) y Sauron se apoderó de muchos Anillos de Poder. Para su definitiva corrupción y sometimiento, se los dio a los que los aceptaban (por ambición o codicia)."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 131)
Como podemos ver en el fragmento de esta carta, no se hace distinción alguna entre los Anillos, es más, se dice que Sauron los entrega a quienes los aceptan, por lo que se podría entender que para Tolkien estos Anillos no se diferencian entre sí.

Sin embargo, por otro lado, en los "Apéndices", podemos leer lo siguiente:


"De este Anillo [el que le fue dado a Durin III] algo ha de decirse aquí. Los Enanos del Pueblo de Durin pensaban que era el primero de los Siete en haber sido forjado."
(El Señor de los Anillos, "Apéndice A")
Y esta cita también nos ofrece una doble interpretación: podemos entender que se refiere a los Siete Anillos como si se tratara de un conjunto independiente, o podemos entender que se refiere a uno de los siete anillos que fueron dados a los Enanos.

En definitiva, ambas posturas tienen sus argumentos, y, de momento, no existen otros escritos concluyentes que puedan hacernos decantar hacia una de las dos opciones, por lo que el debate continúa abierto.

"Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo"


¿Cómo se llamaba cada uno de los Tres y quiénes los custodiaban?


"Ahora bien, eran esos Tres los últimos que se habían hecho, y los que tenían más grande poder. Narya, Nenya y Vilya se llamaban, los Anillos del Fuego, y del Agua, y del Aire, que tenían engarzados un rubí y un diamante y un zafiro; y eran de todos los anillos élficos los que Sauron más deseaba, pues quienes los poseyeran podrían evitar el deterioro y demorar la fatiga del mundo."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")
Cabe señalar que estos nombres son los mismos que se citan en El Señor de los Anillos; pero también recibieron otros nombres, aunque realmente éstos no eran más que el color de la gema que tenía cada uno de ellos. Así se puede leer en los Cuentos Inconclusos, en el mismo capítulo donde se nombra a sus portadores:


"Galadriel le aconsejó que ocultara los Tres Anillos de los Elfos en lugares distantes, lejos de Eregion, donde Sauron podía buscarlos. Fue entonces cuando Celebrimbor le dio a Nenya, el Anillo Blanco, y por el poder de este anillo el país de Lórinand se fortaleció y embelleció... Celebrimbor siguiendo los consejos de Galadriel, envió el Anillo del Aire y el Anillo de Fuego lejos de Eregion; y los confió a Gil-Galad en Lindon. (Se dice aquí que por ese entonces Gil-galad dio Narya, el Anillo Rojo, a Círdan, Señor de los Puertos, pero más adelante una nota marginal indica que lo guardó consigo hasta que partió a la Guerra de la Ultima Alianza)... "

"Por ese tiempo se celebró el primer Concilio, y se decidió en él que se mantendría una fortaleza élfica en el este de Criador, antes en Imladris que en Eregion. Por ese tiempo también, Gil-galad dio Vilya, el Anillo Azul a Elrond, y lo designó como vicerregente de Criador; pero el Anillo Rojo lo conservó, hasta que se lo dio a Círdan cuando partió de Lindon en los días de la Ultima Alianza."
(Cuentos Inconclusos, "La historia de Galadriel y Celeborn")
Tenemos por tanto que tras la muerte de Gil-galad, al término de la Segunda Edad, los Anillos quedaron repartidos de la siguiente manera: Elrond tenía a Vilya (el Anillo del Aire, Anillo de Zafiro o Anillo Azul); Círdan llevaba a Narya (el Anillo de Fuego, Anillo de Rubí o Anillo Rojo); y Galadriel guardaba a Nenya (el Anillo del Agua, Anillo de Diamante o Anillo Blanco).

En El Señor de los Anillos se confirma lo que se nos dice en las Cuentos Inconclusos, y podemos encontrar además "cierta información" muy importante:


"La Dama levantó los brazos blancos y extendió las manos hacia el este en un ademán de rechazo y negativa. Eärendil, la Estrella de la Tarde, la más amada de los Elfos, brillaba clara allá en lo alto. Tan brillante era que la figura de la Dama echaba una sombra débil en la hierba. Los rayos se reflejaban en un anillo que ella tenía en el dedo, y allí resplandecía como oro pulido recubierto de una luz de plata, y una piedra blanca relucía en él como si la Estrella de la Tarde hubiera venido a apoyarse en la mano de la Dama Galadriel. Frodo miró el anillo con un respetuoso temor, pues de pronto le pareció que entendía.
-Sí -dijo la Dama adivinando los pensamientos de Frodo-, no está permitido hablar de él, y Elrond tampoco pudo. Pero no es posible ocultárselo al Portador del Anillo y a alguien que ha visto el Ojo. En verdad, en el país de Lórien, y en el dedo de Galadriel está uno de los Tres. Este es Nenya, el Anillo de Diamante, y yo soy quien lo guarda."
(El Señor de los Anillos, "El Espejo de Galadriel")

"Elrond vestía un manto gris y lucía una estrella en la frente, y en la mano llevaba un arpa de plata, y en el dedo un anillo de oro con una gran piedra azul: Vilya, el más poderoso de los Tres."
(El Señor de los Anillos, "Los Puertos Grises")
Hasta aquí todo sigue igual: Galadriel guarda a Nenya y Elrond a Vilya; pero... ¿qué ocurre con Narya?, ¿sigue en posesión de Círdan el Carpintero de Barcos? Pues no hay más que seguir leyendo este capítulo para encontrarnos con una pequeña sorpresa:


"Y cuando se acercó a ellos, Frodo advirtió que Gandalf llevaba en la mano, ahora abiertamente, el Tercer Anillo, Narya el Grande, y la piedra engarzada en él era roja como el fuego."
(El Señor de los Anillos, "Los Puertos Grises")
Pero, ¿por qué tenía Gandalf el Anillo de Fuego?, ¿cómo sin ser un Elfo era el guardián de uno de los Tres? La respuesta está en los "Apéndices" de ESdlA:


"Porque Círdan veía más lejos y con mayor profundidad que nadie en la Tierra Media, y dio la bienvenida a Mithrandir en los Puertos Grises, pues sabía de dónde venía y a dónde retornaría. -Toma este anillo, Maestro -le dijo-, porque tus trabajos serán pesados; pero te dará consuelo en la fatiga que te has impuesto. Pues éste es el Anillo del Fuego, y con él podrás reanimar los corazones en un mundo que se enfría. En cuanto a mí, mi corazón está con el Mar, y habitaré junto a las costas grises hasta que parta el último barco. Te esperaré."
(El Señor de los Anillos, "Apéndices")
y también, en el "Apéndice B - La Cuenta de los Años":


"Durante toda la Tercera Edad la custodia de los Tres Anillos fue sólo conocida por aquellos que los poseían. Pero al final se supo que habían estado en poder de los tres más grandes Eldar: Gil-galad, Galadriel, y Círdan. Gil-galad, antes de morir, entregó el suyo a Elrond; luego Círdan le dio el suyo a Mithrandir."
(El Señor de los Anillos, "Apéndices")
El hecho de que Gandalf tuviese a Narya era, de todas formas, algo excepcional, tanto que el propio Tolkien lo hace ver en una de sus cartas:


"Gandalf era un caso especial. Él no fue el hacedor ni el propietario original del Anillo, sino que le fue dado por Círdan para ayudarlo en su tarea."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 181)

¿Cuáles eran los poderes de los Anillos Élficos?

Una vez que sabemos los nombres y los guardianes de los Tres Anillos Élficos, queda por conocer cuales eran sus poderes. Ya en los textos anteriores se ha podido vislumbrar parte de ellos:


"...y eran de todos los anillos élficos los que Sauron más deseaba, pues quienes los poseyeran podrían evitar el deterioro y demorar la fatiga del mundo."
"...y por el poder de este anillo el país de Lórinand se fortaleció y embelleció..."
"...éste es el Anillo del Fuego, y con él podrás reanimar los corazones en un mundo que se enfría."
En las Cartas se puede encontrar la confirmación de estos poderes:


"El principal poder (de todos los anillos por igual) era el de evitar o disminuir la velocidad del deterioro (es decir, el "cambio" visto como algo lamentable), la preservación de lo que se desea o se ama, o la de su apariencia: éste es más o menos el motivo élfico. Pero destacaban también los poderes naturales del poseedor, acercándose así a la "magia", un motivo que fácilmente puede corromperse y volverse malvado, como un deseo de dominio. Y finalmente tenían otros poderes más directamente derivados de Sauron ("el Nigromante": así lo llamaban cuando arroja una sombra flotante de malos augurios en las páginas de El Hobbit), tales como volver invisible el cuerpo material o volver visibles las cosas del mundo invisible.
Los Elfos de Eregion hicieron Tres anillos de supremo poder y belleza partiendo casi exclusivamente de su propia imaginación, dirigidos a la preservación de la belleza: no conferían la invisibilidad."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 131)

"De ahí la fabricación de los Anillos, porque los Tres Anillos estaban precisamente dotados con el poder de la preservación, no con el de dar nacimiento."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 144)
Como vemos, sus principales poderes eran la preservación y la conservación de todo aquello que era amado por sus portadores, pero ¿unos anillos tan poderosos no podían ser empleados para la guerra? La respuesta nos la da el propio Elrond:


"-¡Ay, ay! -gritó Glóin-. ¿Cuándo será el día de nuestra venganza? Pero todavía quedan los Tres. ¿Qué hay de los Tres Anillos de los Elfos? Anillos muy poderosos, dicen. ¿No los guardan consigo los Señores de los Elfos? Sin embargo ellos también fueron hechos por el Señor Oscuro tiempo atrás. ¿Están ociosos? Veo Señores de los Elfos aquí. ¿No dirán nada?
Los Elfos no respondieron.
-¿No me has oído, Glóin? -dijo Elrond-. Los Tres no fueron hechos por Sauron, ni siquiera llegó a tocarlos alguna vez. Pero de ellos no es permitido hablar. Aunque algo te diré, en esta hora de dudas. No están ociosos. Pero no fueron hechos como armas de guerra o conquista; no es ése el poder que tienen. Quienes los hicieron no deseaban ni fuerza ni dominio ni riquezas, sino el poder de comprender, hacer y curar, para preservar así todas las cosas sin mancha. Los Elfos de la Tierra Media han obtenido estas cosas en cierta medida, aunque con dolor. Pero todo lo que haya sido alcanzado por quienes se sirven de los Tres se volverá contra ellos, y Sauron leerá en las mentes y los corazones de todos, si recobra el Único. Habría sido mejor que los Tres nunca hubieran existido. Esto es lo que Sauron pretende."
(El Señor de los Anillos, "El Concilio de Elrond")
Pero aunque poderosos y nobles, los Tres estaban ligados al Único y, como se ha visto al principio ("...y durarían mientras él durase"), compartían su destino: si el Único era destruido ellos también perderían su poder.
Pero Elrond parece dudar de que esto sea así, aunque quizá sus palabras en el Concilio no se traten más que de una vana esperanza:


"-¿Pero qué sucederá si el Anillo Soberano es destruido, como tú aconsejas? -preguntó Glóin.
-No lo sabemos con seguridad -respondió Elrond tristemente-. Algunos esperan que los Tres Anillos, que Sauron nunca tocó, se liberen entonces, y quienes gobiernen los Anillos podrían curar así las heridas que el Único ha causado en el mundo. Pero es posible también que cuando el Único desaparezca, los Tres se malogren, y que junto con ellos se marchiten y olviden muchas cosas hermosas. Eso es lo que creo."
(El Señor de los Anillos, "El Concilio de Elrond")
Galadriel, por contra, parece tener muy claro lo que sucederá cuando el Único sea destruido, y así se lo hace saber a Frodo:


"...Pero si triunfas, nuestro poder decrecerá, y Lothlórien se debilitará, y las mareas del Tiempo la borrarán de la faz de la tierra. Tenemos que partir hacia el oeste, o transformarnos en un pueblo rústico que vive en cañadas y cuevas, condenados lentamente a olvidar y a ser olvidados."
(El Señor de los Anillos, "El Espejo de Galadriel")
La opinión de Tolkien, desde luego, da la razón a Galadriel:


"Aunque inmaculados, pues no estaban hechos por Sauron ni habían sido tocados por él, eran, no obstante, parcialmente el producto de la instrucción que él impartió, y, en última instancia, estaban bajo el control del Único. Así, como ya lo verá, cuando el Único desaparece, los últimos defensores de la ciencia y la belleza de los Altos Elfos quedan privados del poder de retener el tiempo, y parten."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 144)


"Siete para los Señores Enanos en casas de piedra"


¿Quiénes son los portadores de los Siete Anillos?

Sabemos por diferentes textos que Sauron entregó Siete Anillos de Poder a los Enanos, sin embargo sólo conocemos a los portadores de uno de ésos Anillos, el que fue dado a Durin III y que se fue transmitiendo entre sus sucesores durante algunas generaciones: este mismo anillo, pasó a Dáin I, que fue muerto junto con su hijo Grór, por lo que el Anillo pasó a Thrór y de Thrór a Thráin II.

Sobre el Anillo de Durin III se cuenta lo siguiente en los "Apéndices":


"De este Anillo algo ha de decirse aquí. Los Enanos del Pueblo de Durin pensaban que era el primero de los Siete en haber sido forjado; y dicen que le fue dado al Rey de Khazad-dûm, Durin III, por los herreros élficos y no por Sauron, aunque sin la menor duda había puesto en él un poder maligno, pues había ayudado en la forja de todos los Siete."
(El Señor de los Anillos, "Apéndice A")
Curiosamente, en el texto de los Apéndices antes citado, se afirma que los herreros Elfos entregaron los anillos a los Enanos, lo que se contradice claramente con lo que nos encontramos al respecto en el Silmarillion publicado, donde se dice claramente, que fue Sauron quien los repartió:


"Pero Sauron recogió todos los anillos del Poder que quedaban y los repartió entre los otros pueblos de la Tierra Media con la esperanza de tener así sometidos a todos los que desearan contar con un poder secreto, fuera de los alcances de su propia especie. Siete anillos dio a los Enanos."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")
¿Por qué esta contradicción? No parece para nada lógico que los Elfos, una vez conocida la existencia del Anillo Único forjado por Sauron, entreguen los Siete Anillos a los Enanos, para que éstos sean dominados por Sauron. Seguramente que se trata de uno de los famosos "se dice" que encontramos en la obra de Tolkien. Además, en el mismo texto, un poco más adelante, se afirma que:


"Pero los poseedores del Anillo no lo exhibían ni hablaban de él, y rara vez lo cedían en tanto no sintieran que se acercaban a la muerte, para que otros no supiesen dónde se guardaba. Algunos creían que había quedado en Khazad-dûm, en las tumbas secretas de los reyes, si no había sido descubierto y robado; pero entre la parentela del Heredero de Durin se creía (erróneamente) que Thror lo había llevado puesto cuando regresara allí de prisa. Qué había sido entonces de él, lo ignoraban. No fue encontrado en el cuerpo de Azog."
No obstante, como los Enanos creen ahora, es posible que Sauron hubiera descubierto con sus artes quién tenía el Anillo, el último, y que los singulares infortunios de los herederos de Durin fueran en gran parte consecuencia de la malicia de Sauron."
(El Señor de los Anillos, "Apéndice A")
Por lo tanto, en el mismo texto nos encontramos otro "se dice", lo que los Enanos contaban sabemos que no se corresponde con la realidad, pues según podemos leer en El Señor de los Anillos, queda muy claro cuál fue el final de este último Anillo:


"Los Siete están perdidos para nosotros, si Balin no ha encontrado el Anillo de Thrór, que era el último. Nada se ha sabido de él desde que Thrór pereció en Moria. En verdad puedo revelar ahora que uno de los motivos del viaje de Balin era la esperanza de encontrar ese anillo. -Balin no encontrará ningún anillo en Moria -dijo Gandalf-. Thrór se lo dio a su hijo Thráin, pero Thráin no se lo dio a Thorin. Se lo quitaron a Thráin torturándolo en los calabozos de Dol Guldur. Llegué demasiado tarde."
(El Señor de los Anillos , "El Concilio de Elrond")
En definitiva, tal vez no debamos fiarnos demasiado de lo que dicen los Enanos.


¿Qué poderes tenían los Siete Anillos y cómo afectaban a los Enanos?

Los Siete Anillos, según lo que hemos visto hasta ahora, tenían los mismos poderes que los Nueve. Fueron forjados junto con éstos, por los herreros Elfos de Eregion bajo la guía y las enseñanzas de Sauron.

Sin embargo, por lo que podemos leer en El Silmarillion y en los "Apéndices", a los Enanos, por su propia naturaleza, les afectaban de forma distinta:


"El único poder que los Anillos tuvieron sobre ellos fue el de poner en sus corazones la codicia del oro y otras cosas preciosas, de modo que si les faltaban, todo otro bien les parecía desdeñable, y se llenaban de cólera y de deseos de venganza contra quienes los privaban de ellas. Pero desde un principio fueron hechos de una especie que resistía con firmeza cualquier clase de dominio. Aunque podían ser muertos y quebrantados, no era posible reducirlos a sombras esclavizadas a otra voluntad; y por la misma razón, ningún anillo afectó a sus vidas, ni hizo que fueran más largas o más cortas. Y por eso Sauron los odió todavía más, y más deseó quitarles lo que tenían."
(El Señor de los Anillos, "Apéndice A")

"Los Enanos demostraron ser firmes y nada dóciles; no soportaban de buen grado el dominio de los demás, y es difícil saber lo que en verdad piensan, y tampoco es fácil inclinarlos a las sombras. Sólo llevaban los anillos para la adquisición de riquezas; pero la ira y una abrumadora codicia de oro les encendió los corazones, mal del que luego Sauron obtuvo un gran beneficio."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")
Como podemos observar, ambos textos son muy claros al respecto: los Anillos no afectaban a la duración de la vida de los Enanos, ni podían conseguir que cayeran bajo el dominio de Sauron y entraran en el "Mundo de las Sombras".

Con respecto a si les conferían o no la invisibilidad, no se puede afirmar nada de forma muy clara al respecto, sin embargo, podemos pensar que si no podían ser arrastrados al mundo de las sombras, que, en definitiva era la última consecuencia de la invisibilidad "momentánea", seguramente tampoco los Anillos podrían conferir esa invisibilidad a los Enanos. Esta deducción puede ser comprobada en el siguiente texto:


"Los Anillos permitían volverse invisible y (como al menos se sugiere tácitamente) esa invisibilidad se relacionaba con el destino (o al menos el peligro que corrían) de los portadores de los Anillos: se convertían en ‘espectros’ y -en el caso de los trasgos y de los hombres- en sirvientes del Señor Oscuro. "
(El retorno de la Sombra "De Gollum y el Anillo")
Aquí vemos como se relaciona la invisibilidad con el hecho de convertirse en Espectros del Anillo, pero es que en el mismo libro podemos encontrar otro interesante fragmento:


"Se dice que los Enanos tenían siete anillos, pero nada podía hacerlos invisibles. En ellos sólo convirtió en llamas el fuego de la codicia, y en el fondo de cada uno de los siete tesoros de los Enanos de antaño había un anillo de oro."
(El Retorno de la Sombra, "De Gollum y el Anillo")
Además, por otro lado, los Enanos de El Hobbit se sorprenden con las desapariciones de Bilbo cuando éste utiliza el Anillo, y algunos de estos Enanos convivieron con uno de los Anillos (como es el caso de Balin y Dwalin, que estaban con Thráin cuando éste tenía el último de los Anillos Enanos), cosa que no sería lógica si los Enanos disfrutaran de la invisibilidad otorgada por los Siete Anillos.
Pero aún más importante que todos estos argumentos es recordar la frase con la que se habría esta sección:


"El único poder que los Anillos tuvieron sobre ellos fue el de poner en sus corazones la codicia del oro y otras cosas preciosas…"

Esta frase, unida a los anteriores argumentos, es más que suficiente para poder asegurar que los Siete Anillos no conferían la invisibilidad a los Enanos, y por tanto podemos afirmar que los Siete Anillos afectaron a los Enanos de una forma particular, ya que ni les alargaron las vidas ni les proporcionaron la invisibilidad, y tan sólo despertaron en ellos una gran codicia y un voraz deseo de obtener riquezas que, en numerosas ocasiones, fue la causa de su perdición.


¿Qué fue de los Siete Anillos?

Con respecto al destino final de los Siete Anillos, Tolkien no deja lugar a muchas dudas. En El Señor de los Anillos, podemos leer claramente lo siguiente:


"Los reyes Enanos poseían siete, de los cuales pudo recuperar tres; los otros los devoraron los dragones."
(El Señor de los Anillos, "La sombra del pasado")
Y por si nos quedaba alguna duda, más adelante nos encontramos con esto:


"Los Siete han sido tomados o destruidos."
(El Señor de los Anillos , "El Concilio de Elrond")
Por lo tanto, de los Siete Anillos de los Enanos, Sauron consiguió recuperar tres, el último, el que portaba Thráin II, mientras que los otros cuatro fueron consumidos por el fuego de los dragones (imaginamos que junto con sus portadores).

"Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir"


¿Quiénes eran los Nazgûl?


"Nazgûl. (...) Significa ‘Espectro del Anillo’, y el elemento nazg es, sin duda, idéntico al nazg, ‘anillo’, de la inscripción de fuego en el Anillo Único."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 297)

"Les dio nueve [anillos] a los Hombres Mortales, orgullosos y espléndidos: así los engañó. Hace tiempo fueron dominados por el único y se volvieron Espectros del Anillo, sombras bajo la gran Sombra, los sirvientes más terribles."
(El Señor de los Anillos, "La sombra del pasado")
Los Nazgûl, en su momento fueron Hombres tentados y atrapados por el poder de Sauron a través de los Nueve Anillos de Poder:


"Fue más fácil engañar a los Hombres. Los que llevaron los Nueve Anillos alcanzaron gran poder en su época; reyes, hechiceros y guerreros de antaño. Ganaron riqueza y gloria, aunque sólo daño resultó. Parecía que para ellos la vida no tenía término, pero se les hacía insoportable. Podían andar, si así lo querían, sin que nadie de este mundo bajo el sol llegara a descubrirlos, y podían ver cosas en mundos invisibles para los Hombres mortales; pero con no poca frecuencia veían sólo los fantasmas y las ilusiones que Sauron les imponía. Y tarde o temprano, de acuerdo con la fortaleza original de cada uno y con la buena o mala voluntad que habían tenido desde un principio, iban cayendo bajo el dominio del anillo que llevaban, y bajo la servidumbre del Único, que era propiedad de Sauron. Y se volvieron para siempre invisibles, salvo para el que llevaba el Anillo Regente, y entraron en el reino de las sombras. Eran ellos los Nazgûl, los espectros del Anillo, los más terribles servidores del Enemigo; la oscuridad andaba con ellos, y clamaban con las voces de la muerte."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")
De los Nueve Nazgûl, sabemos que, al menos tres eran de raza Númenóreana:


"Sin embargo, Sauron fue siempre engañoso, y se dice que entre los que sedujo con los Nueve Anillos, tres eran grandes señores de raza Númenóreana."
(El Silmarillion, "Akallabêth")
En los Cuentos Inconclusos podemos leer lo siguiente respecto a los Nazgûl:


"Todos, excepto el Rey Brujo, eran capaces de perderse a la luz del día si iban solos; y todos, excepto una vez más del Rey Brujo, tenían miedo al agua, y salvo en caso de extrema necesidad, les repugnaba entrar en ella o cruzar una corriente a no ser que pudieran hacerlo por un puente que los mantuviera secos. Además, como arma principal manejaban el terror. Éste era en verdad mayor cuando estaban desnudos, invisibles; y era mayor también cuando se encontraban juntos."
(Cuentos Inconclusos, "La búsqueda del Anillo")
Según este texto, queda claro que los Nazgûl no se manejan bien a la luz del día y que tenían miedo al agua (a excepción, en los dos casos, de el Rey Brujo). Con respecto a este miedo al agua, en los Cuentos Inconclusos Christopher Tolkien añade lo siguiente:


"En ninguna parte explica mi padre el temor que los Espectros de los Anillos sentían ante el agua. En lo que acaba de relatarse, constituye uno de los principales motivos de ataque de Sauron contra Osgiliath, y reaparece en notas detalladas sobre los movimientos de los Jinetes Negros en la Comarca: así, del Jinete (que era de hecho Khamûl de Dol Guldur, véase nota 1) que aparece en el extremo opuesto de la Balsadera de Gamoburgo cuando los Hobbits acababan de cruzar (La Comunidad del Anillo, I, 5), se dice que ‘era perfectamente consciente de que el Anillo había cruzado el río; pero el río era una barrera que impedía darse cuenta de la dirección que había tomado’, y el Nazgûl de ningún modo tocaría las aguas ‘élficas’ del Baranduin. Pero no se aclara cómo cruzaron otros ríos que por fuerza tuvieron que encontrar en el camino, por ejemplo, el Agua Gris, donde había sólo ‘un peligroso vado formado por las ruinas del puente’ (Apéndice D, "la Historia de Galadriel y Celeborn"). Mi padre, por cierto, advirtió que esta idea no era fácil de sostener."
(Cuentos Inconclusos, "La búsqueda del Anillo")
Por lo tanto, y aunque, como podemos leer en el fragmento antes citado de los Cuentos Inconclusos, Tolkien afirma claramente que los Nazgûl temían al agua, según esta nota de su hijo, podemos comprobar que finalmente no llegó a aclarar el por qué de este miedo.

Sobre este asunto no podemos más que especular, y quizá sea necesario señalar que un motivo podría ser el siguiente:


"Es muy posible, por supuesto, que ciertos ‘elementos’ o condiciones de la materia atrajeran especialmente la atención de Melkor (sobre todo, salvo en el pasado remoto, en razón de sus propios planes). Por ejemplo, todo el oro (de la Tierra Media) parece haber tenido cierta tendencia ‘maligna’, pero no así la plata. El agua aparece como algo que está casi libre por completo de Morgoth. (Esto no significa, por supuesto, que un mar, arroyo, río, manantial o incluso una cuba de agua en particular no pudiera estar envenenado o profanado por Melkor: cualquier cosa podía estarlo)."
(El Anillo de Morgoth, "La transformación de los mitos")
Como vemos, el agua era considerada un elemento puro de la malicia de Morgoth. Por tanto es posible que los Nazgûl (con la excepción del Rey Brujo) rehusaran a entrar en contacto con un elemento que podríamos considerar "sagrado". También tienen otras debilidades, sabemos, a juzgar por lo sucedido en el capítulo "Un cuchillo en la oscuridad", que también temen al fuego y que la invocación de "Elbereth" les provoca gran pánico, sin embargo son muy poderosos y las armas normales no les afectan:


"-¡Mirad! -gritó, e inclinándose levantó del suelo una túnica negra que había quedado allí en la oscuridad. Había un desgarrón en la tela, un poco por encima del borde inferior-. La marca de la espada de Frodo -dijo-. El único daño que le causó al enemigo, temo, pues es invulnerable, y las espadas que traspasan a ese rey terrible caen destruidas. Más mortal para él fue el nombre de Elbereth."
(El Señor de los Anillos, "Huida hacia el Vado")
Pero también son poderosos y poseen cualidades que los hacen unos enemigos formidables, entre ellas destaca claramente el llamado Hálito Negro:


"-Agotamiento, pena por el estado del padre, una herida, y ante todo el Hálito Negro -dijo Aragorn-. Es un hombre de mucha voluntad, pues ya antes de combatir en los muros exteriores había estado bastante cerca de la Sombra. La oscuridad ha de haber entrado en él lentamente, mientras combatía y luchaba por mantenerse en su puesto de avanzada. ¡Ojalá yo hubiera podido acudir antes!"
(El Señor de los Anillos, "Las Casas de Curación")
Y es que tanto el Hálito Negro como las heridas causadas por las armas de los Nazgûl eran mortales de necesidad:


"-Sí, lo creo. Empezabas a desaparecer -respondió Gandalf-. La herida estaba al fin terminando contigo; pocas horas más y no hubiésemos podido ayudarte. Pero hay en ti una notable resistencia, ¡mi querido Hobbit! Como mostraste en los Túmulos. Te salvaste por un pelo; quizá fue el momento más peligroso de todos. Ojalá hubieses resistido en la Cima de los Vientos."
(El Señor de los Anillos, "Muchos encuentros")
Y más tarde:


"-¿Qué me hubiesen hecho? -preguntó Frodo-. ¿Qué trataban de hacer esos Jinetes?
-Trataban de atravesarte el corazón con un puñal de Morgul, que queda en la herida. Si lo hubieran logrado, serías ahora como ellos, sólo que más débil, y te tendrían sometido. Serías un espectro, bajo el dominio del Señor Oscuro, y te habría atormentado por haber querido retener el Anillo, si hay un tormento mayor que el de perder el Anillo y verlo en el dedo del Señor Oscuro."
(El Señor de los Anillos, "Muchos encuentros")
La sola presencia de estos seres provoca un pánico irresistible a su alrededor y son pocos los que les pueden enfrentar con garantías de victoria:


"Ahora bien, pocos podían oponerse a una de esas feroces criaturas y (creía Sauron) nadie podía resistir a todas ellas reunidas al mando de su terrible capitán, el Señor de Morgul. No obstante, este inconveniente tenían para el actual objetivo de Sauron: tan grande era el terror que los precedía (aun invisibles y desnudos) que les era posible a los Sabios advertir que se acercaban y adivinar la misión que traían."
(Cuentos Inconclusos, "La búsqueda del Anillo")
Además, según lo que escribió Tolkien en El Señor de los Anillos, también podemos saber lo siguiente sobre los Nazgûl:


"Ellos mismos no ven el mundo de la luz como nosotros: nuestras formas proyectan sombras en las mentes de los Jinetes, sombras que sólo el sol de mediodía puede destruir, y perciben en la oscuridad signos y formas que se nos escapan, y es entonces cuando son más temibles. Y olfatean en cualquier momento la sangre de las criaturas vivientes, deseándola y odiándola; y hay otros sentidos, además de la vista y el olfato. Nosotros mismos podemos sentir la presencia de estos seres; ha perturbado nuestros corazones desde que llegamos aquí, y aun antes de verlos; y ellos nos sienten a nosotros más vivamente todavía."
(El Señor de los Anillos, "Un cuchillo en la oscuridad")
Esto concuerda y explica la cita de los Cuentos Inconclusos, donde se nos dice que los Nazgûl se pierden a la luz del día, pues la luz del sol, destruye la "visión" en forma de sombras que tienen los Espectros. Sin embargo, tal y como podemos leer en este texto, en la oscuridad son capaces de "ver" con mucha más claridad que cualquier otro ser, además de poder utilizar el olfato para detectar la sangre de los seres vivos y "sentir" su presencia.


¿Cuáles son los nombres de los Nazgûl?

Los nombres de los Nazgûl no son conocidos, a excepción de uno: Khamûl, la Sombra del Este que se menciona únicamente en los Cuentos Inconclusos:


"Ahora bien, por entonces el Capitán de los Espectros de los Anillos vivía en Minas Morgul con seis compañeros, mientras que el Segundo Jefe, Khamûl, la Sombra del Este, vivía en Dol Guldur como teniente de Sauron, junto con otro espectro que le servía como mensajero."
(Cuentos Inconclusos, "La búsqueda del Anillo")
El capitán de los Espectros o Jefe de los Nazgûl al que se refiere este texto no es otro que El Rey Brujo de Angmar, a quien se enfrentan Eowyn y Merry en "El Retorno del Rey", y del cual se desconoce su nombre real.

Por último, hay gente que considera que otro posible Nazgûl podría ser Gothmog (como sugiere, por ejemplo, Robert Foster en su Guía Completa de la Tierra Media), que es quien asume el mandato del ejército después de la caída del Rey Brujo. Sin embargo, no existe ningún tipo de evidencia al respecto, es más, en la Historia del Señor de los Anillos no se sugiere en ningún momento que pueda tratarse de un Nazgûl, tan sólo se le menciona como el Lugarteniente de Morgul.


¿Cuáles son los poderes que los Nueve Anillos confieren a los Nazgûl ?

Como hemos podido ver antes, el poder de preservación y de evitar el cambio que tienen los Anillos de Poder, tiene como consecuencia prolongar la vida de su portador, al igual que sucede con Frodo y Gollum al portar el Único, lo que se nos aclara con la siguiente cita de las Cartas:


"La longevidad o falsa ‘inmortalidad’ (la verdadera inmortalidad está más allá de Eä) es el principal anzuelo de Sauron: convierte a los pequeños en un Gollum, y a los grandes en un Espectro de los Anillos."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 212)
Además, estos anillos confieren la invisibilidad:


"Un mortal que conserve uno de los Grandes Anillos no muere, pero no crece ni adquiere más vida. Simplemente continúa hasta que al fin cada minuto es un agobio. Y si lo emplea a menudo para volverse invisible, se desvanecerá, se transformará al fin en un ser perpetuamente invisible que se paseará en el crepúsculo bajo la mirada del Poder Oscuro, que rige los Anillos. Sí, tarde o temprano (tarde, si es fuerte y honesto, pero ni la fortaleza ni los buenos propósitos duran siempre), tarde o temprano el Poder Oscuro los devorará."
(El Señor de los Anillos, "La sombra del pasado")

"Podían andar, si así lo querían, sin que nadie de este mundo bajo el sol llegara a descubrirlos, y podían ver cosas en mundos invisibles para los Hombres mortales; pero con no poca frecuencia veían sólo los fantasmas y las ilusiones que Sauron les imponía. Y tarde o temprano, de acuerdo con la fortaleza original de cada uno y con la buena o mala voluntad que habían tenido desde un principio, iban cayendo bajo el dominio del anillo que llevaban, y bajo la servidumbre del Único, que era propiedad de Sauron. Y se volvieron para siempre invisibles, salvo para el que llevaba el Anillo Regente, y entraron en el reino de las sombras."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")
En ambos textos encontramos, por tanto, que usando los anillos, los Hombres podían volverse invisibles de forma momentánea, tal y como ocurre con Frodo o Bilbo, por ejemplo, al ponerse el Anillo Único. Pero, además, podemos observar otra cuestión importante, aparte de esta invisibilidad "momentánea", el uso continuado de los anillos provocaba que los Hombres fueran entrando poco a poco en el "mundo de las sombras". Este mundo es el que puede ver Frodo cuando se pone el anillo único y en él, los Nazgûl tienen caras y ropas:


"Inmediatamente, aunque todo lo demás continuó como antes, indistinto y sombrío, las sombras se hicieron terriblemente nítidas. Podía verlas ahora bajo las negras envolturas. Eran cinco figuras altas: (...) En las caras blancas ardían unos ojos penetrantes y despiadados; bajo los mantos llevaban unas vestiduras largas y grises; yelmos de plata cubrían las cabelleras canosas, y, las manos macilentas sostenían espadas de acero."
(El Señor de los Anillos, "Un cuchillo en la oscuridad")
Una vez que los portadores de los anillos han entrado en este mundo de las sombras por completo, se vuelven invisibles de forma permanente y están ya bajo el dominio total de Sauron y del Anillo Único:


"Por último resolvió que nadie le serviría en este caso, salvo sus más poderosos servidores, los Espectros de los Anillos, que no tenían otra voluntad que la suya, pues todos ellos estaban por entero sometidos al anillo que los había esclavizado, y que se encontraba en manos de Sauron."
(Cuentos Inconclusos, "La búsqueda del Anillo")

¿Quién tiene los Nueve Anillos en la Tercera Edad?

Un tema de interminables debates en los foros de Tolkien es si los Nazgûl portan o no los Nueve Anillos durante la Tercera Edad.

Por un lado, las personas que opinan que los Nueve Anillos estaban en posesión de Sauron, se basan en las siguientes citas:

En una de las cartas de Tolkien podemos leer lo siguiente:


"No creo que hubieran podido atacarlo con violencia [los Nazgûl a Frodo], apoderarse de él o tomarlo cautivo; habrían obedecido o fingido obedecer cualesquiera órdenes menores suyas que no hubieran entorpecido su cometido, impuesto sobre ellos por Sauron, que todavía mediante los nueve anillos (que tenía en su poder) poseía fundamental control de sus voluntades"
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 246)
Por otro lado, en el capítulo "La Sombra del Pasado" de El Señor de los Anillos, Gandalf le dice a Frodo lo siguiente:


"En resumen: ha conseguido reunir los Nueve." "
Y más adelante, en el capítulo "El Espejo de Galadriel" de El Señor de los Anillos, Galadriel le dice a Frodo:


"Viste el Ojo de aquel que tiene los Siete y los Nueve." "
Y, por último, en los Cuentos Inconclusos podemos leer lo siguiente:


"Por tanto, [Sauron] por fin decidió recurrir a los Espectros de los Anillos. (...) Eran, con mucho, los más poderosos de sus sirvientes, y los más adecuados para semejante misión, pues estaban esclavizados por los Nueve Anillos, que ahora mismo él guardaba en su poder. Jamás actuaban en contra de la voluntad de Sauron, y si uno de ellos, aunque fuera el Rey Brujo su capitán, se hubiera apoderado del Anillo Único, lo habría llevado a Sauron sin más demora. (...)"
(Cuentos Inconclusos, "La búsqueda del Anillo")
Además, en El Señor de los Anillos, se dice:


"Podía verlos claramente ahora; se habían quitado las capuchas y los mantos negros y estaban vestidos de blanco y gris. Las manos pálidas esgrimían espadas desnudas, y llevaban yelmos en las cabezas"
(El Señor de los Anillos, "Huida hacia el Vado")
Y también:


"En las caras blancas ardían unos ojos penetrantes y despiadados; bajo los mantos llevaban unas vestiduras largas y grises; yelmos de plata cubrían las cabelleras canosas, y, las manos macilentas sostenían espadas de acero."
(El Señor de los Anillos, "Un cuchillo en la oscuridad")
En ambos fragmentos de El Señor de los Anillos, en los que Frodo puede ver a los Nazgûl, se citan de forma clara las manos de los mismos; pero, ¿curiosamente?, en ninguno de los dos se menciona que los Nazgûl llevaran anillos. Estos anillos, según sabemos, tenían una gema, por lo que, en caso de llevarlos puestos, deberían al menos llamar un poco la atención.

Con estos textos, parece quedar bastante claro que Sauron tiene los Nueve Anillos en su poder; sin embargo, en El Señor de los Anillos encontramos una frase pronunciada por Gandalf que es la que no nos permite afirmar esto de una manera rotunda y que es la argumentación que esgrimen aquellos que piensan que los Nueve Anillos los tenían los Nazgûl:


"Los Nazgûl guardan los Nueve."
(El Señor de los Anillos, "El Concilio de Elrond")
Aún así, hay que tener en cuenta que Gandalf no está afirmando que los Nazgûl lleven puestos los anillos, sino que está diciendo que los guardan. Pero... ¿dónde los guardan y para qué los guardan, si según el mismo Gandalf se supone que los Nueve Anillos los tenía Sauron?

Sin embargo no vamos a dudar ante tantas citas evidentes y reveladoras al decir que estaban en poder de Sauron pues la lógica nos indica que realmente los Nueve Anillos los tenía Sauron, ya que al carecer del Anillo Único necesitaba tener en su poder los Nueve Anillos para así tener el control de las voluntades de los Nazgûl. En la Historia del ‘Señor de los Anillos’ podemos encontrar la confirmación de este aspecto:


"Pero Sauron recuperó los Nueve Anillos de los Hombres y junto con ellos se apoderó de quienes los poseían, reyes, guerreros y magos de otros tiempos, que se convirtieron en Espectros del Anillo y sirvieron al hacedor, y fueron sus sirvientes más terribles."
(El retorno de la Sombra, "Una historia antigua")


"Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas"

"Gandalf hizo una pausa, y luego dijo lentamente, con voz profunda: -Éste es el Dueño de los Anillos, el Anillo Único que los gobierna. Éste es el Anillo Único que el Señor Oscuro perdió en tiempos remotos, junto con parte de su poder."
(El Señor de los Anillos, "La sombra del pasado")

¿Para qué hizo Sauron el Anillo Único?

Como ya hemos visto antes, Sauron forja el Anillo Único, en secreto, para poder gobernar con él a todos los demás Anillos de Poder, y mediante ellos a sus portadores, concentrando en él gran parte de su propia esencia.


"Ahora bien, los Elfos hicieron muchos anillos, pero Sauron hizo en secreto un Anillo Único, para gobernar a todos los otros, cuyos poderes estarían atados a él, sujetos por completo a él, y durarían mientras él durase. Y gran parte de la fuerza y la voluntad de Sauron pasó a ese Anillo Único; porque el poder de los anillos élficos era muy grande, y el del que habría de gobernarlos tendría por fuerza que ser aún más poderoso; y Sauron lo forjó en la Montaña de Fuego en la Tierra de la Sombra."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")

"Pero secretamente, en el Fuego subterráneo, en su propia Tierra Tenebrosa, Sauron hizo el Anillo Único, el Anillo Regente, que contenía los poderes de todos los demás y los gobernaba, de modo que quien lo llevara podía ver los pensamientos de los que usaban los anillos menores, controlar todo lo que hacían y, en última instancia, esclavizarlos por completo. No contaba, sin embargo, con la sabiduría y la sutil percepción de los Elfos. En el momento en que él dispuso del Único, tuvieron conocimiento de ello y de sus propósitos secretos, y tuvieron miedo. Escondieron los Tres Anillos, de modo que ni siquiera Sauron descubriera nunca dónde estaban, y permanecieron sin mácula. A los otros trataron de destruirlos."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 131)
A diferencia de los demás Anillos, el Único no tiene gema alguna, es de oro, redondo y liso y tiene una inscripción:


"Frodo lo alzó y miró y vio líneas finas, más finas que los más finos rasgos de pluma, y que corrían a lo largo del anillo, en el interior y en el exterior: líneas de fuego, como los caracteres de una fluida escritura. Brillaban con una penetrante intensidad, pero con una luz remota, que parecía venir de unas profundidades abismales."
(El Señor de los Anillos, "La sombra del pasado")
Esta inscripción puede leerse si se acerca el Anillo al fuego, como podemos comprobar a través de las palabras de Gandalf en el Concilio de Elrond:


"En este mismo anillo que habéis visto ante vosotros, redondo y sin adornos, las letras a las que se refiere Isildur pueden todavía leerse, si uno se atreve a poner un rato al fuego esta cosa de oro. Así lo hice, y esto he leído:


Ash nazg durbatulûk, ash nazg gimbatul, ash nazg thrakatulûk agh burzum-ishi krimpatul

(...) De los Años Oscuros vienen las palabras que los herreros de Eregion oyeron una vez, cuando supieron que habían sido traicionados.


Un anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las Tinieblas."

(El Señor de los Anillos , "El Concilio de Elrond")

El "poema" de los Anillos de Poder, ¿es anterior a la creación de los mismos?

Sabemos que en el Anillo Único está grabado una parte del "poema", escrito en antiguos caracteres élficos pero en la lengua negra de Mordor. Además, como ya hemos visto, el Anillo había sido forjado por Sauron, por lo que es lógico pensar que estos versos los grabó él en el anillo, pues, como acabamos de leer, son las palabras que Sauron pronunció, según Gandalf, delante de los herreros Elfos. Pero... ¿y el resto del "poema"?

Según dice el propio Gandalf en El Señor de los Anillos, se trata de una estrofa de tradición élfica:


"Un anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las Tinieblas.

‘Sólo dos versos de una estrofa muy conocida en la tradición élfica’ (...)"
(El Señor de los Anillos, "La sombra del pasado")
Tal vez con este fragmento, las cosas no queden muy claras, sin embargo, si acudimos a las Cartas, las dudas desaparecen:


"En la guerra resultante entre Sauron y los Elfos de la Tierra Media, especialmente en el oeste, la ruina fue todavía mayor. Eregion fue tomada y destruida, y Sauron se apoderó de muchos Anillos de Poder. Para su definitiva corrupción y sometimiento, se los dio a los que los aceptaban (por ambición o codicia). De ahí el "antiguo poema" que aparece como leit-motiv en El Señor de los Anillos...)"
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 131)
Por lo tanto, la primera parte del "verso" del Anillo sería compuesta después de que los Anillos de Poder fueran dados a Hombres y Enanos, eso sí, quién lo compuso, no lo sabemos.


¿Cuáles son los poderes del Anillo Único?

Además de poseer todos los que tienen los restantes Anillos de Poder, el Anillo Único tiene poderes especiales, ya que fue hecho para gobernar al resto y todos los demás anillos estaban supeditados a él: Uno de estos poderes "especiales" del Anillo Único es el de poder observar lo que "ven" los demás anillos y poder leer las mentes de quienes los portan:


"Y mientras llevaba el anillo único, era capaz de ver todo lo que se hacía por medio de los anillos menores, y podía leer y gobernar los pensamientos mismos de quienes los llevaban."
(El Silmarillion, "De los Anillos del Poder y la Tercera Edad")
Además, el Anillo Único tiene el poder de corromper a su portador y a la gente que esté cerca de él, hace desear el poder que con él se puede conseguir. El mismo Isildur fue incapaz de destruirlo:


"Gilgalad y Elendil reciben la muerte en el acto de matar a Sauron. Isildur, hijo de Elendil, corta el anillo de la mano de Sauron, que pierde sus poderes y su espíritu huye a las sombras. Pero el mal empieza a actuar. Isildur reclama el Anillo como de su propiedad, como ‘indemnización por la muerte de su padre’ y se niega a arrojarlo al fuego que arde a su lado. Se marcha, pero se ahoga en el Gran Río, y el Anillo se pierde sin que nadie sepa adónde ha ido a parar."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 131)
En el Señor de los Anillos podemos ver como también Saruman o el propio Boromir son atrapados por este poder del Único. Saruman se ve completamente dominado por este poder, olvidándose por completo de su misión, por la que había sido enviado junto con Gandalf y Radagast a la Tierra Media, y sucumbe ante la tentación de poder que puede otorgar el Anillo:


"‘Los Días Antiguos han terminado. Los Días Medios ya están pasando. Los Días Jóvenes comienzan ahora. El tiempo de los Elfos ha quedado atrás, pero el nuestro está ya muy cerca: el mundo de los Hombres, que hemos de gobernar. Pero antes necesitamos poder, para ordenarlo todo como a nosotros nos parezca, y alcanzar ese bien que sólo los sabios entienden’ (...)
‘¿Y por qué no, Gandalf? -murmuró-. ¿Por qué no? ¿El Anillo Soberano? Si pudiéramos tenerlo, el Poder pasaría a nosotros’ (...)
Y mientras esto decía una codicia que no pudo ocultar le brilló de pronto en los ojos."
(El Señor de los Anillos , "El Concilio de Elrond")

"La forma principal que esto adopta en ellos [los ‘magos’] sería la impaciencia que conduce al deseo de forzar a los demás a cumplir con sus propios buenos designios y, por tanto, de manera inevitable, finalmente al mero deseo de volver efectivas sus propias voluntades por cualquier medio. A este mal sucumbió Saruman."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 181)
Por otro lado, a Boromir le ocurre lo mismo:


"-¡Ah! ¡El Anillo! -dijo Boromir, y se le encendieron los ojos-. ¡El Anillo! ¿No es un extraño destino tener que sobrellevar tantos miedos y recelos por una cosa tan pequeña? ¡Una cosa tan pequeña! Y yo sólo la vi un instante en la casa de Elrond. ¿No podría echarle otra mirada? (...)
Boromir iba y venía hablando cada vez más alto, casi como si hubiera olvidado a Frodo, mientras peroraba sobre murallas y armas y la convocatoria a los hombres, y planeaba grandes alianzas y gloriosas victorias futuras; y sometía a Mordor, y él se convertía en un rey poderoso, benevolente y sabio."
(El Señor de los Anillos, "La disolución de la Comunidad")
Además, no debemos olvidar que el Anillo Único también provoca un incontenible deseo de posesión del mismo, de no ser capaz de separarse de él, como le ocurre por ejemplo a Bilbo y al propio Gollum, que es capaz de perseguir a Frodo, incansablemente, durante todo el camino e incluso de morir en el intento de recuperarlo.


"Además tan grande era el poder de deseo del Anillo, que cualquiera que lo llevara puesto quedaba dominado por él; estaba más allá de la fuerza de cualquier voluntad (aun la suya propia) de dañarlo, deshacerse de él o no tenerlo en cuenta."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 131)

¿Cómo y por qué debe ser destruido el Anillo Único?

La respuesta referente a cómo debe ser destruido el Anillo la encontramos en El Señor de los Anillos, donde el propio Gandalf le dice a Frodo lo siguiente:


"Tu pequeño fuego apenas podría fundir el oro común. Este anillo ha pasado ya por ese fuego y ni siquiera se calentó. No hay forja en la Comarca que pueda cambiarlo en lo más mínimo; aún los hornos y yunques de los Enanos no podrían hacerle nada. Se ha dicho que el fuego de los dragones podía fundir y consumir los Anillos de Poder, pero no hay ahora ningún dragón que tenga ese fuego; ni siquiera Ancalagon el Negro podría dañar el Anillo Único, el Anillo Soberano, pues fue fabricado por el mismo Sauron.
Hay un solo camino: encontrar las Grietas del Destino, en las profundidades de Orodruin, la Montaña de Fuego, y arrojar allí el Anillo. Esto siempre que quieras destruirlo de veras, e impedir que caiga en manos enemigas."
(El Señor de los Anillos, "La sombra del pasado")
Por lo tanto, la única posibilidad de destrucción del Anillo estaba en completar la Misión que Frodo asumió: llegar al Monte del Destino y arrojar el Anillo a sus profundidades, ya que este era el único fuego capaz de destruirlo.

¿Por qué había que destruir el Anillo Único? En el Anillo Único, como hemos visto, es donde Sauron ha concentrado su poder, por lo que, destruyendo el Anillo se destruye a Sauron, lo que el mismo Tolkien explica en una de sus cartas:


"Había otra debilidad: si el Único Anillo realmente se deshacía, era aniquilado, su poder entonces se disolvería, el mismo ser de Sauron disminuiría hasta convertirse en un punto de fuga y quedaría reducido a una sombra, al mero recuerdo de una voluntad maliciosa. Pero nunca contempló esa posibilidad, ni la temía. El Anillo no era destructible por herrería alguna que no fuera la suya. Ningún fuego podía disolverlo, salvo el inmortal fuego subterráneo en el que había sido forjado... y era imposible aproximarse a él, pues estaba en Mordor."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 131)
Quedaba claro que mientras existiera el Anillo Único existiría la posibilidad de un resurgimiento de Sauron y por tanto la única posibilidad de acabar con él era lograr la destrucción del Anillo Único:


"La posibilidad de rehacerse tras la destrucción del Anillo es ‘mitológicamente’ lo bastante clara en el presente libro."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 200)

Aparte de Sauron, ¿quién podría haber dominado el Anillo Único?

En el Concilio de Elrond, Boromir plantea la posibilidad de utilizar el Anillo Único en contra de Sauron, a lo que Elrond le responde lo siguiente:


"-Ay, no -dijo Elrond-. No podemos utilizar el Anillo Soberano. Esto lo sabemos ahora demasiado bien. Le pertenece a Sauron, pues él lo hizo solo, y es completamente maléfico. La fuerza del Anillo, Boromir, es demasiado grande para que alguien la maneje a voluntad, salvo aquellos que ya tienen un gran poder propio. Pero para ellos encierra un peligro todavía más mortal. Basta desear el Anillo para que el corazón se corrompa. Piensa en Saruman. Si cualquiera de los Sabios derrocara con la ayuda del Anillo al Señor de Mordor, empleando las mismas artes que él, terminaría instalándose en el trono de Sauron, y un nuevo Señor Oscuro aparecería en la tierra."
(El Señor de los Anillos , "El Concilio de Elrond")
En una de sus cartas, en concreto en la nº 131, Tolkien plantea la posibilidad de que alguien pudiera hacerse con el Anillo Único:


"Pero para lograr esto, se había visto obligado a permitir que gran parte de su propio poder inherente (...) pasara al Único Anillo. Mientras lo llevaba, su poder en la tierra de hecho aumentaba. Pero aun si no lo llevaba puesto, ese poder existía y estaba en ‘relación’ con él: no quedaba ‘disminuido’. A no ser que otro lo cogiera y fuera su poseedor. Si eso sucedía, el nuevo poseedor (si era lo bastante fuerte y de naturaleza heroica) podía retar a Sauron, volverse amo de todo lo que había aprendido o hecho desde la fabricación del Único Anillo y, por tanto, derrocarlo y ocupar su lugar. Esta era la debilidad esencial que había introducido en su situación en el esfuerzo (en gran parte inútil) por esclavizar a los Elfos y en el deseo de establecer el control de las mentes y las voluntades de sus sirvientes."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 131)
Como podemos ver en el fragmento de esta carta, Tolkien plantea esta posibilidad, pero siempre y cuando se trate alguien lo bastante fuerte y de naturaleza heroica, no de cualquiera.

El mismo Frodo le hace esta pregunta a Galadriel, cuando se están marchando de Lorien:


"-Quisiera preguntaros algo antes de partir –dijo Frodo-, algo que ya quise preguntárselo a Gandalf en Rivendel. Se me ha permitido llevar el Anillo Único. ¿Por qué no puedo ver todos los otros y conocer los pensamientos de quienes los usan?
-No lo has intentado –dijo ella-. Desde que tienes el Anillo sólo te lo has puesto tres veces. ¡No lo intentes! Te destruiría. ¿No te dijo Gandalf que los Anillos dan poder de acuerdo con las condiciones de cada poseedor? Antes que puedas utilizar ese poder tendrás que ser mucho más fuerte, y entrenar tu voluntad en el dominio de los otros. Y aún así, como Portador del Anillo, y como alguien que se lo ha puesto en el dedo y ha visto lo que está oculto, tus ojos han llegado a ser más penetrantes. Has leído en mis pensamientos más claramente que muchos que se titulaban sabios. Viste el Ojo de aquel que tiene los Siete y los Nueve. ¿Y no reconociste el anillo que llevo en el dedo?"
(El Señor de los Anillos, "El Espejo de Galadriel")
Por lo tanto, según las palabras de Galadriel, Frodo no estaría capacitado para poder manejar este Anillo, lo que también nos confirma Tolkien:


"De cualquier modo, pronto tendría una confrontación entre Frodo y Sauron, si el Anillo permanecía intacto. Su resultado era inevitable. Frodo habría sido derrotado por completo: aplastado hasta convertirse en polvo o conservado en medio de tormentos como esclavo escarnecido."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 246)
Pero, entonces, ¿quién podría haberlo hecho? La respuesta a esto también nos la da el propio Tolkien, en la misma carta 246, en la que plantea como posibles candidatos a Galadriel, Elrond y a Gandalf.

En "El Espejo de Galadriel", Frodo le ofrece el Anillo Único a Galadriel. Estas son las palabras que pronuncia Galadriel cuando se ve delante de la tentación de poder poseer el Anillo Único, tentación que finalmente vence, y por la que consigue el perdón y la posibilidad de volver a las Tierras Imperecederas:


"No niego que mi corazón ha deseado pedirte lo que ahora me ofreces. Durante muchos largos años me he preguntado qué haría si el Gran Anillo llegara alguna vez a mis manos, ¡y mira! Está ahora a mi alcance. El mal que fue planeado hace ya mucho tiempo sigue actuando de distintos modos, ya sea que Sauron resista o caiga. ¿No hubiera sido una noble acción, que aumentaría el crédito del Anillo, si se lo hubiera arrebatado a mi huésped por la fuerza o el miedo?
Y ahora al fin llega. ¡Me darás libremente el Anillo! En el sitio del Señor Oscuro instalarás una Reina. ¡Y yo no seré oscura sino hermosa y terrible como la Mañana y la Noche! ¡Hermosa como el Mar y el Sol y la Nieve en la Montaña! ¡Terrible como la Tempestad y el Relámpago! Más fuerte que los cimientos de la tierra. ¡Todos me amarán y desesperarán!"
(El Señor de los Anillos, "El Espejo de Galadriel")
Sin embargo, Tolkien nos explica en la carta que esto no hubiera sido posible:


"En el ‘Espejo de Galadriel’, I, 504, ésta se concibe a sí misma capaz de esgrimir el Anillo y de suplantar al Señor Oscuro. Si era así, también lo eran los otros guardianes del Árbol, en especial Elrond. Pero ésta es otra cuestión. Formaba parte del engaño por el que las mentes se llenaban de ilusión de supremo poderío. Pero esto los Grandes ya lo habían pensado muy bien y lo habían rechazado, como se lo ve en las palabras que Elrond pronuncia en el Concilio. El rechazo de Galadriel de la tentación se fundaba en una reflexión y una resolución previas."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 246)
Por lo tanto, ni Elrond ni Galadriel hubieran podido dominar el Anillo, pero ¿y Gandalf?


"De los demás, sólo Gandalf era capaz de dominarlo, pues se trataba de un emisario de las Potencias y una criatura del mismo orden, un espíritu inmortal que había adoptado una forma física visible.
"(...) Si Gandalf resultaba victorioso, el resultado para Sauron habría sido el mismo que la destrucción del Anillo; para él habría sido destruido, le habría sido quitado para siempre. Pero el Anillo y todas sus obras habrían quedado conservados. Habría sido el amo hasta el final."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 246)
En definitiva, nadie podía dominar el Anillo Único excepto Sauron, pues éste era SU anillo, lo forjó él, para él y con su poder. Sólo él sabía cómo manejarlo. El Anillo en sí corrompía, y no debemos olvidar que:


"¡Sauron no habría tenido miedo al Anillo! Era suyo y estaba sometido a su voluntad. Aun desde lejos tenía efecto sobre él, pudiéndolo hacer actuar para que volviera a sí mismo. Ante su presencia concreta, muy pocos de su misma estatura podrían haber tenido esperanzas de retenerlo."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº 246)
Por lo tanto, Gandalf realmente no hubiera tenido tiempo de aprender a usar el Anillo antes de que Sauron se lo arrebatara... y, por último, tal y como dijo Elrond en el Concilio:


"Y ésta es otra razón por la que el Anillo tiene que ser destruido; en tanto esté en el mundo será un peligro aun para los Sabios. Pues nada es malo en un principio. Ni siquiera Sauron lo era."
(El Señor de los Anillos , "El Concilio de Elrond")

 

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