Castellano - Élfico (Osterin Quenyallo)

 

Asier G. "Fiondil"

 

Es de suponer que como tolkiendili no solo estamos familiarizados con las grandes epopeyas, las bellas descripciones y la meticulosamente pensada historia que el maestro Tolkien compuso, sino también con las múltiples lenguas que creó, no como complemento para hacer más real Arda sino como la razón de la creación de esta.

De entre las lenguas de Arda destacan las élficas por su sonoridad y belleza y entre estas el quenya y el sindarin.

El sindarin no siempre gozó en Arda del prestigio que tuvo el quenya, pues esta última era considerada una variante embellecida del élfico primitivo y la lengua que los Vanyar y los Noldor hablaban en Valinor, siendo más tarde convertida en lengua de cultura en la Tierra Media cuando los Noldor la llevaron a tierras mortales.

El quenya noldorin de los exiliados fue sustituida progresivamente (y especialmente desde la prohibición de Thingol de hablar quenya) por el sindarin en el ámbito del habla oral y pasó a ser lengua de conocimiento y libros, estancando así su evolución, ya que los elfos la aprendían a partir de los libros y no como lengua materna.

Eso es a grandes rasgos los aspectos históricos que caracterizan el quenya en la Tierra Media.

No obstante, ha de tenerse en cuenta que el quenya es una lengua ficticia (ideolengua) inventada por la genial mente de Tolkien según sus criterios fonoestéticos y usando como inspiración lenguas de su agrado. No discutiré que sus criterios lingüísticos de belleza son compartidos por la mayoría de nosotros y que muchos nos sentimos atraídos por esta lengua. Sin embargo, otros tantos rehúsan o no son capaces de comprender el quenya aún en el afán por aprenderla, pareciéndoles una lengua compleja y difícil en su estudio. Es por ello que con este articulo pretendo acercar el quenya a aquellos tolkiendili de la STE que no se han atrevido a meterse en su estudio a pesar de que les gustaría, haciéndoles ver que no sólo no es una lengua tan distinta al castellano sino que posee varias similitudes con este, lo cual puede procurarnos ventajas en su aprendizaje.

Este breve estudio que aquí voy a realizar abarca la fonética, la morfología, la sintaxis y especialmente el léxico de ambas lenguas tratando únicamente aquellos puntos comunes de su comparativa. Sí es cierto que tengo siempre en cuenta otras relaciones paralelas del quenya con lenguas romances (afines al castellano), el latín y raíces indoeuropeas cuando estas ocurran a la par que las similitudes con el castellano. Puesto que se trata de un articulo meramente especulativo el hecho de que ciertos aspectos presenten similitudes no solo en castellano no indica la validez o la no validez del planteamiento porque en la mayor parte de los casos desconocemos los criterios que Tolkien usó para acuñar palabras o crear estructuras en quenya, aunque sabemos que a Tolkien le agradaba el castellano y fue una de las primeras lenguas que aprendió por su cuenta, y también sabemos en que lenguas se inspiró para la creación del quenya: latín, anglosajón en parte (lo que nos lleva a las raíces indoeuropeas comunes), en otras lenguas romances tal vez (se sabe que poseía un diccionario de gallego) y posteriormente en el finés (que comparte una fonoestética bastante parecida a la castellana).

Fonética

En lo que respecta a la comparativa entre la fonética quenya y la castellana hay que tener en cuenta que la estructura silábica es muy similar en ambas contando con una consonante y una vocal en la mayoría de los casos (CV o VC), excepciones hechas de las sílabas trabadas con dos consonantes en castellano (br, pr, bl y algunas otras, CCV).

Los sonidos vocálicos son los mismos: a, e, i, o, u. Sólo cinco vocales a diferencia de la mayoría de las otras lenguas (como el inglés que cuenta con 8, el francés 16 o el portugués 11).

Los sonidos consonánticos son también prácticamente los mismo, contando el quenya con el sonido de nuestra jota (en quenya kh) y el de nuestra ñ (en quenya ny).

En quenya se produce un fenómeno que diferencia a algunas de sus variedades que confunden las th con la s, pronunciando s ambas. Este mismo fenómeno es el que en castellano sucede con el "seseo" de algunos de sus dialectos y hablas locales, que pronuncian la c y la z (ambas el mismo sonido que th, fricativa dental sorda, derivada en varios casos de la –t- del latín) como una s.

En quenya no es posible el sonido m al final de palabra, este mismo sonido es poco común en esa posición en castellano y todas las lenguas romances lo quitaron de la forma de acusativo de las palabras en latín (cuya –m según dicen ya no se pronunciaba en el latín vulgar).

Morfología

La morfología del quenya posee flexiones para sustantivos, adjetivos y verbos.

El castellano no flexiona los sustantivos, pero sí el latín y el finés.

En cambio el castellano sí flexiona los pronombres (yo, me, mi...) en lo que coincide con el quenya.

El castellano como el quenya indica en la flexión verbal o conjugación el tiempo, la persona y a veces añadiendo un pronombre enclítico también el objetivo directo (sobre esto último véase: observaranle, donde "le" es el objeto directo y "-an-" es la marca de tercera persona plural, en quenya "tiruvantes").

Sintaxis

Las oraciones simples tanto en quenya como en castellano tienen la siguiente estructura casi siempre: Sujeto Verbo Objeto (SVO), a diferencia del latín (SOV) pero al igual que el finés.

Las oraciones complejas se hacen en quenya usando la partícula "i" de igual manera que en castellano "que".

Falsas etimologías

Antes de pasar al siguiente y tal vez más interesante apartado me gustaría explicar que es lo que voy a tratar de hacer.

Se llama falsas etimologías a aquellas etimologías o indicaciones de la procedencia de una palabra en una lengua de otra lengua externa a ella (ya sea lengua madre o otra lengua de contacto mediante préstamos léxicos) a las cuales se llega por deducciones sin ningún criterio lingüístico ni de evolución fonética de una lengua a otra. Es decir, que el supuesto etimologista se inventa los orígenes de esa palabra tomando como referencia palabras de lenguas en las cuales él quiere hallar relación con la lengua tratada.

Muchos lingüistas han jugado a ser etimologistas o a intentar deducir el significado de palabras de lenguas antiguas a partir de la comparación con lenguas de las cuales se dispone abundante material. Algunas de esas etimologías eran acertadas, la mayoría en cambio no.

Este planteamiento que no es muy válido para las lenguas naturales se me ofrece práctico con esta lengua artificial que es el quenya, cuando intento buscar parecidos con el castellano.

Algunas de las interpretaciones que a continuación voy a exponer puede que en origen inspirarán a Tolkien para crear esa palabra en quenya, pero otras muchos ni se acercan a la realidad. Mi propósito es sin más, acercar ambas lenguas.

Léxico

Son dadas primero las formas en quenya seguidas de su etimología entre paréntesis, después de los dos puntos la traducción al castellano, la traducción figurada y algún comentario.

Notación: he utilizado la c para marcar en todos casos el valor /k/, la qu para el valor /kw/ y he puesto dos vocales cuando la vocal es larga.

Las palabras marcadas con asteriscos tienen una breve explicación a posteriori.

Las terminaciones también son tratadas posteriormente.

(Abrev.: lat.=latín, gót.=gótico, sind.=sindarin)

Aara: aurora

Aiquen: alguno; alguien

Aire: mar (sólo mares interiores)

Alalme / lalme (LAALAM-): olmo

*Alasse: alegría

Alta: grande

Amaurea: amanecer (solo poético)

Aure: luz del sol; aura (vide aara)

Caima (KAY-): cama (de origen prerromano)

Cal- (KAL-): brillar (por paralelismo con sil- / Luna, se le relaciona con el Sol); calor

Cambe (KAB-): hueco, cavidad

Carne: rojo; color carne

*Cassa: casco

Coa: casa (?)

Corco (KORKA-): cuervo (vide raíz indoeuropea KAR-)

*Helce, helco (KHEL-): helado, hielo

Heren (KHER-): fortuna; herencia

Heru (KHER-): señor; héroe

Hin: hijo (?)

Hyelle (KHYEL-): cristal; hielo

-ion: hijo; terminación típica castellana (del lat. –tio, -tionis)

(K)hroota: cueva; gruta (vide sind. groth)

Lamba (LAB-): lengua (órgano físico); relativo a lamer

Lanne (LAN-): tejido, tela; lana

Liante: araña; relativo a liar (hilos de tela de araña)

Linda (LIND-): hermoso (especialmente referido a voz); lindo

Lote (LOT-): flor; loto

Maa (MA¯ ): mano

Maar: morada

Mando (MANAD-): custodia; relativo a mandar

Mar- (MBAR-): morar

Merenda (MBER-): fiesta; merienda

Metta: final; meta

Mundo: cabo (geo.)

-(n)dor: tierra; de Labrador

*Nique (NIK-W-): nieve

Nuute (NUT-): nudo

Nyar-: relatar; narrar

-o: sufijo masculino

-on: señor ; sufijo típico y también aumentativo castellano (del lat. –tio, -tionis)

*Otso: siete; ocho

Palme: superficie; palma

Palpa-: golpear; palpar

Panya- (PAN-): poner, fijar

Parca (PARAK-): seco; parco

Pende, penda (PENED-): cuesta, declive; pendiente

Pusta (PUS-): pausa (?)

*Putta: punto

Quanta (KWAT-): lleno; relativo a cantidad

Queen: persona, individuo; quien

Quen: pronombre alguien; quien (lat. QVEM)

Quenta (KWET-): historia; cuento

*Racca: garra

Raama: ala, poéticamente rama, hoja (en "ramar aldaron": las "alas" de los árboles)

*Riille: brillo

*Rosse: rocío

*Sangwa: veneno; sangre

Ser- (SED-): descansar; relativo a sedentario (raiz indoeuropea SED-)

*Serce: sangre

Tamba-: golpear; relativo a tambor

Tampa: tapón

Teema: serie

Tilde: punto

Tintil-: brillar; titilar

Tirion: torre, torreón

*Undu: hacia abajo; hondo

Vaan (WA-N-): ganso (en castellano del gót. Wans)

*Vil-: volar

Vista: aire

Las palabras alasse, helce / helco, cassa y en menor medida rosse presentan un fenómeno de similitud relacionado con la coincidencia de sus sílabas iniciales y la diferenciación en su sílaba final de la palabra castellana. Esto presuntamente puede ser debido a que la terminación castellana no seria coherente con la fonética del quenya (véase alasse – alegría), o a criterios meramente estilísticos.

La palabra quenya para referirse a nieve "nique" se dice en las etimologías relacionada con la palabra para blanco. Bajo la forma "nikwe" se puede apreciar que dista del castellano tan solo en k->e y en w->v (cambio bastante habitual de la raíz élfica al quenya, que según NIK-W- daría en una etapa anterior **nikve).

La palabra "otso" tan sólo podría parecer especulativamente una variante de "ocho" (ts y ch son consonantes africadas) sobre todo teniendo en cuenta que "otso" es el número anterior al ocho.

La palabra para "punto" en quenya se podría deducir de la castellana intuyendo una asimilación de la nasal anterior a la t, provocando que la t sea consonante doble (-nt- ->-tt-).

Las palabras "racca" y "garra" tienen en común una estructura similar, ambas están formadas por dos silabas, con la vocal "a", y las dos poseen una líquida (r, rr) y una velar (cc, g), pero las sílabas están transposicionadas, la forma **car(r)a nos resultaría más familiar.

Para poder hacer ver la relación entre "serce" y "sangre" seria necesario explicar dos fenómenos: de nuevo la desaparición / asimilación de la nasal n (**ser-n-ke) y la transposición de la líquida (**se-n-k-re), cosa bastante habitual en castellano vulgar (ej.:Grabiel por Gabriel).

La palabra "undu" está relacionada anecdóticamente con hondo, sin más.

El verbo volar "vil-" posee la misma raíz consonántica que en castellano (V-L), ya que la raíz en castellano seria vol- (y todos los verbos en quenya vienen dados por su raíz verbal).

Riille sólo se explicaria con la caida de la bilabial inicial en "brillo" en sílaba trabada (bri-).

Sangwa no es un buen ejemplo, está también está anecdóticamente relacionado con sangre (aunque estaría más relacionado con la palabra latina sanguis).

Terminaciones –on, -ion, -(n)dor (y –o) en quenya y castellano:

Es evidente que el significado no está en este caso relacionado el quenya con el castellano (excepción de –o), pero lo importante a resaltar de estas terminaciones es que:

Para empezar –(n)dor está documentado como procedente del castellano Labrador según afirmaba Tolkien en su articulo del "Secret Vice":

"El elemento (n)dor, 'tierra', probablemente debe algo a nombres como Labrador (un nombre que puede ser sindarin en cuanto a estilo y estructura)"

En cambio las terminaciones –on y –ion son de dudosa procedencia y ambas también se dan en otras lenguas aparte del castellano, pero son en este más habituales, especialmente de la derivación de la terminación latina *-tion(e)(m) que en castellano tiene dos evoluciones: -ción y –zón (para –t- -> -c-, -z- ver fonética). La primera forma es la evolución natural del castellano como en ligazón (del lat. ligatio) y la segunda resulta de la inclusión como clasicismo en época más avanzada (ligación del lat. ligatio, típico doblete surgido de una variedad popular y de una culta respectivamente). Además el sufijo –on es un aumentativo en castellano, ej.: hombretón.

El sufijo –o que indica un sustantivo masculino en quenya también lo hace así en castellano, pero lo curioso es que a pesar de que esto puede ser tomado como un universal apenas se da en otras lenguas aparte del castellano (no índica masculino en latín, ni en francés, ni catalán, ni inglés, ni alemán...).

En conclusión, espero haberos dado las indicaciones adecuadas para que ahora sintáis el quenya como una lengua mucho más afín al castellano que otras lenguas europeas, y que aprovechando esta ventaja os animéis a iniciar su aprendizaje. Y que a quien menos este articulo le haya servido para descubrir parecidos curiosos y amenos entre el quenya y el castellano

Bibliografía:

 

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