Enanos

 

 

 

 

 

 

 

 

En una gran estancia del interior de las montañas de la Tierra Media, Aüle, el herrero de los valar creó a los Siete Padres de los Enanos, durante las Edades de la Oscuridad, cuando Melkor y sus seguidores de Utumno y Angband dominaban la Tierra Media. Por lo tanto, Aüle hizo a los enanos fuertes e intrépidos, insensibles al frío y al fuego, y más resueltos que las razas que los siguieron. Aüle conocía el alcance de la vileza de Melkor, de modo que otorgó a los enanos perseverancia, un espíritu indómito, tenacidad para el trabajo y una gran capacidad para resistir penalidades. Eran valientes en el combate y tenían un orgullo y una fuerza de voluntad inquebrantables.

Aüle hizo a los enanos sabios en el conocimiento de sus artes y les dio una lengua propia llamada Khuzdul. Era un idioma secreto, desconocido, con la única excepción de unas pocas palabras, para todos los que no fueran enanos, pues éstos la preservaban celosamente.

Se dice que una vez que Aüle hubo credo a los enanos, los ocultó a los ojos de todos los demás valar y creyó que tanto él como sus criaturas pasaban también inadvertidos para Illúvatar. Sin embargo, aunque éste conocía sus actos, pensó que no lo movía la malicia y consagró a los enanos. Pero lo que no estaba dispuesto a permitir era que esta raza viniera al mundo hasta que sus propios hijos predilectos, los elfos, que habían de ser los Primeros Nacidos. Así pues, aún cuando los enanos estaban plenamente conformados, Aüle los cogió y los puso bajo tierra, y en esa oscuridad los Siete Padres de los enanos durmieron durante mucho tiempo antes de que se volvieran a encender las estrellas y se aproximara el despertar.

Después de su nacimiento, los Siete Reyes formaron tribus basadas en su linaje y se separaron. Aunque estas siete tribus se diseminaron por la Tierra Media, siguieron en contacto dando lugar a una reputación universal de aspereza, sentido de lo práctico y lealtad a toda prueba. La mayoría de los grupos prefirieron las tierras altas y rocosas y las profundas cavernas de las montañas, ya que los enanos, quizá más que cualquier otra raza, recuerden su origen y su herencia.

En El Señor de los Anillos Gimli, el hijo de Glóin, tiene un papel importante en la historia como miembro de la compañía de los Nueve, y además fue en la ciudad de los Enanos de la raza de Durin, Moria o Khazad-dûm en lengua Khuzdul, donde cayó Gandalf en su lucha con el Balrog, pero en El Hobbit es donde aparecen los enanos como personajes principales con Thorin Escudo de Roble y sus doce compañeros.