Peregrin Tuk, más conocido como Pippin, hijo del Thain de la Comarca se unió secretamente, junto con su amigo Merry, a Frodo y a Sam en su viaje a Rivendel. Allí tras el Concilio de Elrond se decidió que se unieran a la Compañía del Anillo y se embarcaron en una aventura que todos pensaban que les venía grande a dos simples hobbits.

Cuando llegó la disolución de la Compañía, tras la caída de Boromir, Merry y Pippin fueron tomados como rehenes por los orcos de Saruman, pero escaparon y fueron recogidos por Bárbol el Ent de Fangorn. Tras el reencuentro con Gandalf ayudaron a convencer a Bárbol para que tomara partido en la lucha contra Saruman, y participaron en la conquista de la torre de Orthanc. Allí se reunieron de nuevo con Aragorn, Gimli y Legolas y tras mirar el Palantir que les tiró Lengua de Serpiente, partió con Gandalf hacia Gondor.

Allí se convirtió en Guardián de la Ciudadela y ayudó a salvarle la vida al hijo del Senescal, Faramir, cuando éste volvió loco. En la Batalla del Morannon representó al pueblo de los hobbits y acabó bajo una pila de cadáveres tras matar a un gran Troll, y fue rescatado por Gimli el enano.

A su regreso a la Comarca luchó en la Batalla de Delagua y se convirtió en un héroe entre los hobbits. Junto con Merry llegó a ser el hobbit más alto de la historia, debido al brebaje que les dio Bárbol en Fangorn. Sucedió a su padre en el cargo de Thain de la Comarca, y tras la partida en los barcos pasó sus últimos años con Merry en Rohan y Gondor, donde fue enterrado con todos los honores en la Sala de los Reyes.