En su centésimo decimo primer cumpleaños Bilbo Bolsón preparó una gran fiesta, a la que invitó a prácticamente todos los hobbits de la ciudad, aunque los que no estaban invitados acudieron igual. Pero la fiesta tenía sorpresas, la primera fueron los fantásticos fuegos artificiales de Gandalf el Mago que asombraron a todos, y la segunda que en medio de la fiesta Bilbo comenzó a dar un discurso y cuando acabó desapareció delante de todos. La misteriosa desaparición de Bilbo tenía que ver con
un anillo mágico que encontró en una aventura pasada y
que al ponérselo se volvía invisible. El viejo hobbit
había decidido irse de Esto era una parte de una estrofa de la tradición de los elfos que decía: Así que los dos decidieron ir con el Anillo a Rivendel, la
morada de Elrond, para decidir el destino
de tan peligroso objeto. Gandalf se marchó al Sur para seguir
averiguando cosas sobre el Único, y Frodo vendió Bolsón
Cerrado y marchó hacia el Este ocultando sus intenciones a todos
excepto a su criado Sam. A pesar de ello le siguieron
dos de sus amigos, Merry y Pippin,
y juntos partieron hacia Bree. En el camino se cruzaron con un misterioso jinete negro que les seguía
los pasos, pero lograron darle esquinazo. Mientras cruzaban el Bosque
Viejo, alejados del camino, un viejo Hombre Sauce estuvo apunto de acabar
con los Hobbits, que se salvaron gracias a la ayuda de Tom Bombadil.
Tom era un hombrecillo extraño que siempre iba |