Fundado en el año 3320 de la Segunda Edad por Elendil, el númenóreano, Gondor era el reino meridional de los dúnedain de la Tierra Media. Elendil gobernó como Gran Rey desde el reino septentrional de Arnor, mientras que sus hijos Isildur y Anárion gobernaban juntos en Gondor. Sin embargo, tras la muerte de Elendil en 3441, Isildur y sus herederos se convirtieron en reyes de Arnor, mientras que los herederos de Anárion gobernaron como reyes de Gondor, hasta el año 2050 de la Tercera Edad, cuando el linaje se extinguió. Durante los nueve siglos siguientes, Gondor fue gobernado por los Senescales. Desde su origen, Gondor y Arnor fueron enemigos de Sauron, el Señor de los Anillos de Mordor, y de sus muchos aliados. Debido a esto, Gondor fue invadido muchas veces por los ejércitos de Orientales que procedían de Rhûn, y por los ejércitos meridionales desde Harad. Durante los dos primeros milenios, los peores golpes que recibió el poder de Gondor fueron causados por la guerra civil de 1432 y la Gran Plaga de 1636. A continuación tuvieron lugar las sangrientas invasiones de los Aurigas en los años 1851 y 1954. Tan debilitado quedó Gondor que, en el año 2002, los siervos de Sauron, los Nazgûl o Espectros del Anillo, tomaron la ciudad de Minas Ithil en pleno territorio central gondoriano. Fue ocupada por poderes malignos durante más de mil años y rebautizada como Minas Morgul. En la época de la Guerra del Anillo, a pesar del agotamiento de siglos de guerras, Gondor era la última esperanza de los Pueblos Libres de la Tierra Media de resistir el dominio total de Sauron. Al finalizar la guerra, Mordor fue destruido y el Reino Unificado de Gondor y Arnor fue restaurado por Aragorn, el verdadero heredero de Isildur. Como el rey Elessar, gobernó hasta bien entrada la Cuarta Edad, restaurando a Gondor en su antiguo esplendor. La principal ciudad era Minas Arnor pero tras un ataque de Sauron que casi la destruyó los hombres de Gondor cambiaron el nombre de la torre que les quedaba, Minas Anor, por Minas Tirith, «Torre de la Guardia». Resultó ser un nombre adecuado, porque durante más de mil años Minas Tirith montó guardia contra las fuerzas del mal que amenazaban con destruir a Gondor completamente. Tras la decadencia de Osgiliath en el siglo diecisiete, esta fortaleza se convirtió en la principal ciudad de Gondor y, durante toda la Tercera Edad, Sauron concentró su mente en destruir aquel último bastión de poder. En 1900, la ciudad fue reforzada al construirse la Torre Blanca, y, nuevamente en 2698, el Senescal Ecthelion I restauró la Torre Blanca y mejoró las defensas de Minas Tirith. Cuando llegó la Guerra del Anillo, Minas Tirith era una formidable fortaleza, construida en siete niveles. Cada nivel se alzaba sobre el anterior y estaban todos rodeados por murallas circulares. Cada una de estas murallas no tenía más que una puerta, pero, por motivos defensivos, cada puerta estaba situada en un lugar diferente que la del nivel inmediatamente inferior, mientras que la Gran Puerta de la muralla principal miraba hacia el este. Esta ciudad-fortaleza, aparentemente inexpugnable, se alzaba nivel sobre nivel como un gran risco hasta una altura de más de doscientos metros en la muralla del séptimo nivel, que recibía el nombre de la Ciudadela, y dentro de la última muralla de circunvalación se alzaba la Torre Blanca. Tan poderosas eran las defensas de Minas Tirith que hizo falta todo el poder del rey brujo de Morgul para romperlas, y, aun así, no había conseguido más que echar abajo la Gran Puerta de la Muralla Principal, cuando la carga de la caballería rohirrim junto con Gandalf lo hicieron volver a los Campos del Pelennor, donde sus fuerzas fueron destruidas. La salvación de Minas Tirith resultó ser decisiva para la victoria en la Guerra del Anillo y el resurgimiento del Reino Unificado de Arnor y Gondor. |