Sam, Frodo y Gollum abandonaron el refugio y se dirigieron hacia la encrucijada de caminos del Sur, donde escondidos, vieron salir uno de los ejércitos de Sauron capitaneado por el mismísimo Rey de los Espectros, el Señor de los Nazgûl, que sintió la presencia del Anillo y estuvo a punto de descubrir a Frodo. Siguieron los tres su camino subiendo durante horas una escalera de piedra escondida entre las montañas, después se pararon a descansar y Gollum desapareció. Cuando regresó, Sam le vio al lado de Frodo y enfadado le dijo que si había estado por ahí fisgoneando por lo que Gollum se ofendió.

Tras reanudar la marcha llegaron a la entrada de una cueva oscura y apestosa que según Gollum era el único camino posible, así que entraron. Pero la miserable criatura les traicionó abandonándoles en la cueva que era el antro de Ella-Laraña, una antigua criatura con forma de araña gigante descendiente de Ungoliant la que devoró los Árboles de Valinor. Frodo y Sam escaparon gracias al frasco de luz que le dio Galadriel al Portador del Anillo, pero en la huida Gollum atacó a Sam y mientras Sam rechazaba el ataque y le hacía huir, Frodo había sido alcanzado por Ella-Laraña y estaba a punto de ser devorado.

Sam en ese momento sacó la furia que todos los hobbits llevan dentro muy oculta, y empuñando a Dardo atacó al monstruo, le corto una garra, le dio una estocada en el ojo y se colocó debajo de ella para evitar los ataques de la bestia. Ella-Laraña decidió aplastar a la molesta criatura que la atacaba y se dejó caer con toda su fuerza encima de Sam. Pero Sam estaba en pie debajo de ella empuñando con ambas manos la espada élfica, que atravesó a la horrible criatura hiriéndola gravemente. Ella-Laraña huyó hacia su guarida arrastrando su destrozado vientre, y la historia no cuenta que ocurrió con ella, si se curó y se quedó escondida para siempre o si murió y así acabó la raza de las Grandes Arañas.

Sam encontró a Frodo mortalmente frío en el suelo y pensó que estaba muerto, a sí que tomo el Anillo y decidió acabar él la Misión. Los orcos encontraron el cuerpo de Frodo y lo llevaron a la fortaleza de Kirith Ungol, y Sam los vio pues llevaba puesto el Anillo y los siguió. Shagrat y Gorbag, dos de los orcos, se preguntaban dónde estaría el terrible guerrero elfo que había herido a Ella-Laraña, y este terrible guerrero, Sam el Jardinero de la Comarca, se enteró por ellos de que Frodo no estaba muerto sino dormido por el veneno y decidió rescatarlo a toda costa.