Tras la tristeza de perder a Gandalf lo que quedaba de la Compañía se internó en el bosque de Lothlórien, donde vivían los elfos del bosque, para gran satisfacción de Aragorn y Legolas, aunque Boromir no se alegró tanto pues había oído historias sobre el bosque que le hacían temerlo. Por fin se encontraron con los elfos que les recibieron y les llevaron hacia la ciudad de Caras Galadon con los ojos vendados, pues la ley exigía que los enanos que entraran en el bosque debían ir con los ojos tapados, y Aragorn decidió solidarizarse con Gimli y hacer que toda la Compañía fuera de la misma manera.

En el camino se enteraron de que una compañía de orcos había entrado en el bosque siguiéndoles, pero los orcos nunca saldrían de él, pues grande era la fuerza de los elfos de Lothlórien en su bosque. Además otra criatura, que los elfos fueron incapaces de identificar, entró en el bosque. Por fin llegaron a la casa del Señor y la dama de los Galadrim, Celeborn y Galadriel, que los recibieron amistosamente. Allí conversaron y les comunicaron la caída de Gandalf y la traición de Saruman. Galadriel los miró a todos profundamente y exploró en sus pensamientos, lo que puso nervioso a Boromir, que seguía desconfiando de la Dama a pesar de las palabras de Aragorn a su favor.

Se quedaron algún tiempo en el bosque, aunque fueron incapaces de determinar cuánto, y descansaron sus cuerpos y almas. Galadriel dejó mirar a Sam y a Frodo en su espejo de agua y Sam vio los árboles de la Comarca siendo derribados, y Frodo vio al Ojo sin Párpado de Sauron, Galadriel también lo vio y le enseñó a Frodo Nenya, el Anillo de Diamante, del que Galadriel era custodia. Frodo le ofreció a la Dama el Único, y Galadriel se sintió tentada a tomarlo pero lo rechazó y se conformó con seguir siendo Galadriel y no convertirse en una Señora Oscura en vez del Señor Oscuro.

La compañía partió del Bosque por el río tras recibir los regalos de la Dama y el resto de los elfos. Les dieron unas capas que les hacía casi invisibles, y una cuerda que tanto echó de menos Sam, y lembas, pan del camino de los elfos, una especie de galleta que daba la energía suficiente para toda la jornada comiendo sólo una. Además a Aragorn le dio una vaina para Andúril y la Piedra Verde que tenía destinado a llevar como Rey Elessar Piedra de Elfo, a Boromir un cinturón de oro, a Merry y Pippin cinturones de plata, a Legolas un arco con cuerda de cabellos élficos, a Sam una caja con tierra de Lórien y una semilla de mallorn, el árbol que crecía solamente en el bosque, a Gimli tres de los cabellos de Galadriel como el mismo pidió, pues había quedado impresionado por la Dama, y a Frodo le dio un frasco en el que estaba recogida la luz de la estrella de Eärendil, uno de los Simarils, que alumbraba aún en la oscuridad más absoluta.

Mientras navegaban se dieron cuenta que algo les seguía, la misma criatura que les siguió en Lórien, era Gollum. Tras superar los rápidos, la Compañía alcanzó los Argonath, los Pilares de los Reyes, y pasó las Tierras Ásperas, llegando a los prados del Parth Galen donde tendrían que decidir cuál iba a ser su camino, si el del Oeste o el del Este. Boromir quería ir a Minas Tirith y los demás no acababan de decidirse, así que se dejó la decisión a Frodo, que pidió una hora para reflexionar.

El hobbit caminó sin rumbo y Boromir le siguió, cuando se encontraron Boromir le pidió a Frodo, amablemente al principio, que siguiera el camino de su ciudad, pero el Anillo ejerció su maléfica influencia sobre Boromir que trató de arrebatarle el Anillo a Frodo por la fuerza. Frodo se puso el anillo y huyó hacia el mirador del Amon Hen, desde donde vio tierras extrañas y lejanas, hasta que su mirada fue hacia el Este y de nuevo encontró al Ojo, y tras luchar con él pudo sacarse el Anillo y tomó la decisión de destruir el Anillo yendo hacia el Este pero solo. Así que cuando Boromir volvió con los demás y les contó lo ocurrido, aunque excluyendo la parte de su locura, se pusieron a buscar a Frodo mientras éste huía en una barca sólo seguido por Sam, que adivinó sus planes, y juntos partieron hacia la otra orilla, hacia Mordor, hacia el País de la Sombra